Los tops de lana uruguayos juegan en primera división. Uruguay es el tercer exportador mundial de esta lana lavada y peinada. En calidad, la producción nacional está muy bien posicionada a nivel internacional.
Sin embargo, el sector atraviesa desde hace dos años un período de crisis derivado de la batalla comercial entre Estados Unidos y China, a la que se sumó la pandemia por covid-19.
En ese contexto, este logro de exportación viene a recordar la importancia de una producción muy tradicional en Uruguay y que ha permitido la permanencia de muchas familias en el campo.
Diego Saavedra, el ingeniero agrónomo Diego Saavedra, gerente general de Central Lanera Uruguaya, explicó en No toquen nada cuáles son las características de este producto de primera calidad que se exportó a Japón: lanas con una finura de 12,9 micras.
“Hay que tener presente que una micra es una milésima de milímetro. Estamos hablando de una casa extremadamente fina. Y cuando hablamos de finura nos referimos al diámetro promedio y cuando decimos calidad, además hay otros atributos: el largo de la fibra, el tacto, el color”, explicó.
Esta calidad derriba la idea que se tiene de que la lana “pica”. Eso sucede con lanas de más de 30 micras. En el caso de la raza Merino, que se produce en Uruguay, la lana tiene 20 micras. Ya debajo de 18 micras se habla de lanas superfinas. Las 12,9 micras que se lograron en Uruguay al tacto son prácticamente como la seda, dijo Saavedra.
Que sea extremadamente blanca incide para que en el teñido puedan lograrse los mejores colores para la prenda definitiva que se elabore con el tejido. En este caso, se presume que las prendas tendrán tonos pasteles.
La producción uruguaya de tops de lana, es decir la lana lavada y peinada, “juega en la primera división, está muy bien posicionada no solo en volumen sino en prestigio y calidad”, dijo Saavedra.
Tops de lana es “la lana a la que se le sacó toda la suciedad y se peinó, se paralelizaron las fibras. Para el común de los mortales, si la ven, parece casi algodón pero es lana”, explicó el productor.
Respecto a ese posicionamiento de la producción nacional a nivel mundial, Saavedra recordó que cuando asumió Barack Obama la Presidencia de Estados Unidos, el tapado que tenía su esposa Michelle era hecho con lanas exportadas por Central Lanera Uruguaya.
“Estamos jugando a nivel de división A y con clientes que producen esas prendas de miles de dólares”, afirmó.
Saavedra consideró que el período en el que se veía a la lana como una fibra en decadencia, por la competencia de los productos sintéticos, ya pasó. Ahora la lana es una fibra “de lujo, de nicho, pero de excelencia absolutamente”.
Se la usa para ropa deportiva de alto performance, calzado, ropa interior, entre otros destinos.
“Siempre que está presente la lana el tejido tiene una serie de propiedades que son únicas y no hay prácticamente ninguna fibra, ni natural ni artificial, que las tenga”, explicó Saavedra.
El dirigente lanero definió que hace dos años, sin embargo, el sector atravisa “una tormenta perfecta” que ha afectado la exportación.
“La lana tuvo un impacto muy grande todo lo que fue la guerra comercial de Estados Unidos con China. Eso pulverizó el mercado de la lana porque China es un gran procesador y Estadis Unidos un gran mercado. A continuación, sin dejarnos respirar, vino el tema de la pandemia que obviamente impactó y mucho”, afirmó.