El “Factor X” y cómo lo usa el gobierno en el aumento de combustible

Lo que dijeron las autoridades, las dudas y las contradicciones que deja el uso de este nuevo actor en la fijación del precio de los combustibles en Uruguay.

Actualizado: 03 de agosto de 2021 —  Por: Redacción 180

El “Factor X” y cómo lo usa el gobierno en el aumento de combustible

adhoc Ricardo Antunez

El gobierno aumentó el viernes 30 de julio el precio de los combustibles por tercera vez consecutiva, dos de ellas en julio.

Los Precios de Paridad de Importación (PPI) son un ejercicio teórico que se realiza a partir de valores de referencia para simular cuál sería el precio de un importador que trajera combustibles a Uruguay cumpliendo con todas las normativas vigentes. El resultado de ese ejercicio teórico es el que determina el precio al que ANCAP debe vender sus productos en planta a los distribuidores. Además, el Poder Ejecutivo fija el precio máximo de venta al público de esos productos.

El ministro de Industria, Omar Paganini, anunció que desde ahora se incorpora el “Factor X” que implica unos tres pesos extra por litro en el precio de los combustibles. Lo anunció y al mismo tiempo dijo que no aumenta el supergas, uno de los principales componentes del “factor X”.

“El objetivo es que este sobrecosto de tres peses se vaya reduciendo a su mínimo en los próximos tres años y esto se va a resolver atacando diversos problemas que tiene Ancap que inciden en estos sobrecostos. Otra noticia que estoy en condiciones de informar es que en esta oportunidad el supergas no va a aumentar”, afirmó.

El presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic, estuvo en No toquen nada hace un mes y habló de este tema.

De esa entrevista con Stipanicic se pueden rescatar varias lecturas. Una de ellas es que el presidente de ANCAP, hace menos de un mes, no parecía tener claro que el gobierno estaba a punto de introducir el factor X en los precios de los combustibles.

“Actualmente los precios en Uruguay están alineados con la paridad de importación, salvo el supergas. Por tanto nadie puede decir que los costos de Ancap influyen en los precios locales. Hoy los precios son los que tendría si alguien importara. Es más, como el X es cero en este momento, solamente se traslada la variación de los precios internacionales”, dijo.

Stipanicic dijo que el subsidio del supergas es una parte muy importante del factor X.

“El subsidio del supergas es muchísimo dinero para Ancap. Muchísimo dinero. Cuando Ancap tenía holgura y los precios de la gasolina y del gasoil se fijaban por encima de la paridad de importación y se generaba una renta, ser generoso es bárbaro y el subsidio se puede dar. Ahora no. Si uno de los componentes de ese X es variable, el X o bien es un buen promedio o es una aproximación que deberá ser ajustada cada mes o cada tanto. El 2,97 pesos por litro que estableció Paganini es un gran promedio de los sobrecostos que tiene Ancap y que no contempla la paridad de importación de la Ursea. Son la mezcla adicional de combustibles, el subsidio del supergas, el financiamiento de algunos negocios como el portland que están encomendados a Ancap y que no puede salir por decisión propia y solitaria, y también por el tema de sobrecostos que tenemos en la eficiencia”, explicó.

Con este panorama sobre la mesa es interesante ver que, en su anuncio del viernes el gobierno resaltó el no aumento del supergas, pero de forma menos enfática también reconoció que ese costo dejó de absorberlo y lo trasladó a los aumentos de las naftas y el gasoil. Ahí está el aumento correspondiente al supergas, el gobierno no retira el subsidio sino que traslada el costo de mantener ese precio bajo de las arcas de Ancap a quienes compran naftas y gasoil.

Si le ponemos el factor X a los combustibles los paga la gente que usa combustibles. Si no le metemos el factor X a los combustibles, ANCAP daría más pérdidas (o menos ganancias) y por lo tanto daría menos dinero a rentas generales. O sea que lo terminaría pagando de rentas generales con los impuestos comunes y corrientes de la población.

El gobierno no quiere esta segunda opción porque le haría mostrar más déficit fiscal, entonces “recauda” a partir de hacerlo pagar a los combustibles.