Qué es el Metaverso y qué riesgos trae: tres apuntes

Bárbara Muracciole, abogada especializada en tecnologías de la información y privacidad, habló de los riesgos y de las reglas que deberían regir el Metaverso.

Actualizado: 04 de marzo de 2022 —  Por: Redacción 180

Qué es el Metaverso y qué riesgos trae: tres apuntes

Patrick T. FALLON / AFP

El Metaverso es un universo virtual, paralelo, fuertemente impulsado por Meta, la casa matriz de Facebook, Instagram y Whatsapp. Muracciole, que es máster en Protección de Datos por la Universidad Nacional de Educación a Distancia, de España; y docente de Derecho Informático de la Facultad de Derecho de la Udelar, dedicó una de sus columnas en No toquen nada a este tema que definió como “la evolución que se espera de internet”.

Un “juego de realidad inmersiva” que “va a funcionar a través de una fuerte interfaz con nuestras sensaciones, con nuestros sentimientos y con nuestros datos fisiológicos, biométricos y de comportamiento”. Y que no puede quedar librado a la “autorregulación”.

Tres apuntes de la columna de Bábara Muracciole

- “Como 'Youtube no es internet', el Metaverso no es un juego específico. Es el futuro, la evolución que se espera de internet. Nosotros solemos confundir los servicios de internet con internet y ahora lo que está pasando es que se suele confundir el Metaverso con algunos servicios o juegos que se piensa que van a funcionar, juegos de realidad inmersiva que va serán una de las herramientas del Metaverso. Pero va a ser mucho más que eso. Es algo bastante difícil de imaginar como en los 90 era bastante difícil de imaginar internet o cuando nos hablaban de una aplicación o de internet móvil. El Metaverso va a ser lo que hoy conceptualizamos como internet, va a ser la carretera, la plataforma que va a posibilitar todas estas interacciones con sensación de presencialidad absoluta, al punto que se entiende que va a ser difícil distinguir cuándo estamos en ese espacio virtual y cuándo estamos en el mundo físico o real como algunos lo quieren llamar”.

- “Tendríamos que trazar la línea entre lo que pasa a nivel físico, en mi cuerpo, y lo que pasa a nivel emocional. Por eso es tan bueno el ejemplo de Matrix. Ahí es claro que lo que uno vive en ese espacio virtual impacta directamente. Si me matan, me muero. En esto que estamos proyectando, si me matan no me muero. Desde el punto de vista físico no va a pasar. Pero las sensaciones sí las voy a tener. Parece medio loco lo que estamos hablando pero está pasando hoy en día. No sufrió una violencia física, eso está claro, no fue afectada físicamente, pero sí pudo sufrir una violencia psicológica. Nosotros tenemos legislada la violencia psicológica y sobre todo la violencia psicológica basada en género. El tema está en relacionar las normas, los espacios y ver cómo los conectamos”.

- “En realidad los desafíos que hoy tenemos y que todavía no hemos podido superar o por lo menos mitigar, van a permanecer. En el mundo jurídico está pasando lo mismo que en el mundo tecnológico o de marketing. Seguimos sin garantizar o sin poder proteger determinados derechos en internet y lógicamente eso se va a replicar en el Metaverso. Uno de los grandes problemas que va a tener el Metaverso es el tema de la protección de datos personales. Hoy lo tenemos pero se va a ver aumentado. El Metaverso va a funcionar a través de una fuerte interfaz con nuestras sensaciones, con nuestros sentimientos y con nuestros datos fisiológicos, biométricos y de comportamiento. Eso implica más cámaras, más sensores, y muchos de esos sensores sobre el cuerpo. Toda esa información va a ser almacenada, tratada y estudiada por los jugadores de siempre. ¿Quiénes se van a trasladar al Metaverso? ¿Quién está hablando del Metaverso? Facebook. Van a ser las grandes empresas. No creo que en 10 o 15 años aparezcan nuevas. El gran tema es cómo hacemos para controlar o al menos garantizarle a la presona un mínimo de protección en esos entornos. Normas tenemos. El problema que tenemos hoy, y vamos a seguir teniendo mañana, es cómo controlamos la aplicación de esas normas, quién audita estas grandes empresas. Es un problema más que jurídico, es ponernos de acuerdo. Al día de hoy seguimos dejando que se autorregulen”.