Según los jóvenes, los principales temas a cambiar en Uruguay se vinculan a medio ambiente, seguridad, oportunidades, pobreza e igualdad.
En la investigación se utilizaron técnicas cuantitativas y cualitativas de análisis, además de entrevistas con organizaciones y líderes juveniles, periodistas, expertos y autoridades de los países del Mercosur.
Principales problemas que afectan a los jóvenes uruguayos
Los mayores problemas de los jóvenes uruguayos están relacionados con la educación, la emigración juvenil, una estructura demográfica que carga sobre los jóvenes el peso de la solidaridad intergeneracional, la subvaloración de sus capacidades y su escasa participación.
De acuerdo a los especialistas y gestores uruguayos, el mayor problema de la juventud uruguaya es la deserción en el nivel educativo medio.
El segundo problema diagnosticado es la emigración juvenil, relacionada con la escasa oferta de empleos accesibles y atractivos. A diferencia de otros países de la región, en Uruguay esta emigración se da en mayor medida entre los sectores medios y altos y en los segmentos más calificados.
El tercer problema es la estructura demográfica del país, que genera una gran valorización de la experiencia y la trayectoria, y una subvaloración de las capacidades de los jóvenes. Por lo tanto, no se ve al joven como protagonistas del desarrollo.
Autopercepción de los jóvenes uruguayos
En Uruguay hay una generalizada visión negativa del país, aunque cuando se lo compara con los países de la región, aparecen características positivas.
De la investigación surgen críticas a una "mentalidad conformista", un país "cerrado" e "inmóvil". Algunos de los puntos positivos son: humildad, fuerte igualitarismo y la institucionalidad democrática. Los jóvenes uruguayos ven a su país más tranquilo, menos violento y más igualitario que los de la región.
En términos de derechos, si bien los jóvenes muestran conocerlos, también se quejan de que los "derechos formales" no llegan a la juventud. Por ejemplo, los derechos relacionados con el acceso al trabajo y las oportunidades. Por otra parte, no todos los jóvenes excluidos conocen sus derechos y denuncian que no se cumplen. Señalan abusos policiales, la violencia y el no derecho al aborto.
Dependencia del estado y los emprendimientos individuales
Gran parte de los cambios que los jóvenes demandan son vistos como responsabilidad del Estado.
Por otra parte, los jóvenes de sectores altos y medios señalan su participación en políticas públicas de tipo solidario, en la discusión de leyes como el aborto, en jornadas solidarias en las escuelas o en iglesias. Los jóvenes con baja inclusión manifiestan deseos de participar pero no lo llevan a la práctica. No se registra participación de los excluidos.
Con relación al futuro del país, en todos los sectores socioeconómicos hay posiciones optimistas, pesimistas e indiferentes.
El pasado fue mejor
En el balance general se ve que los jóvenes del Mercosur afrontan mayores dificultades que las generaciones anteriores en la transición entre la salida de la escuela y el ingreso al mercado laboral. Además, sienten más inseguridad y que están más expuestos a la violencia.
A pesar de estas dificultades, señala el informe, los jóvenes son protagonistas estratégicos del desarrollo humano del Mercosur.
Esta afirmación se basa en cinco razones: 1) juegan un papel cada vez más protagónico en la innovación, el conocimiento y los cambios tecnológicos y comunicacionales 2) las nuevas condiciones del mundo digital, los usuarios son también productores 3) buena parte de la juventud introduce nuevas demandas de reconocimiento, equidad y participación, lo que genera formas novedosas de hacer política 4) la mayoría de los jóvenes, lejos de propugnar una ruptura de los lazos familiares, busca combinar la experiencia de sus padres con formas innovadoras de concebir la vida cotidiana 5) los jóvenes reconocen la inseguridad y la violencia como problemas, pero no renuncian al uso de los espacios públicos y generan estrategias de protección colectiva.