VI Bienal de Montevideo

La 6. Bienal de Montevideo está dedicada a la Amazonía y es un aporte a la COP 30 que se realizará en noviembre del 2025 en Belém do Pará. Con ello, Uruguay fortalece sus vínculos políticos y culturales con Brasil y el mundo.

Actualizado: 04 de setiembre de 2025 —  Por: Redacción 180

VI Bienal de Montevideo

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La tierra conoce un puñado de vastas regiones que estimulan de manera especial la imaginación de las personas y avanzan hacia dimensiones míticas con el poder sugestivo de sus imágenes. Mas allá de los mares del Sur, el Sahara, la Siberia y el Himalaya, el Amazonas también pertenece a esta categoría casi sobrenatural, que contiene nuestros presentimientos más secretos y evoca al mismo tiempo nostalgia y terror, promesas de libertad y ansiedad.


Las dimensiones geográficas del Amazonas son inspiradoras por sí solas: se extienden por más de 7 millones de kilómetros cuadrados y 9 países, casi la mitad de América del Sur, de los cuales 4 millones de kilómetros cuadrados, es decir, el tamaño de Europa occidental, forman parte de Brasil. Sin embargo, la biodiversidad del Amazonas es aún más impresionante que las dimensiones físicas, albergando al menos un millón de especies animales y vegetales en sus bosques de 50 millones de años, es decir, el 60% de todas las formas de vida del planeta tierra, de los cuales sólo el 30% ha sido estudiado científicamente hasta el momento. Existen más especies por kilómetro cuadrado en el Amazonas que en toda Europa.


A pesar que la deforestación, la ocupación ilegal de tierras y la agricultura expansiva son un problema grave, el 80% de la región amazónica sigue intacta, en contraste con las selvas tropicales de África Central y el Sudeste Asiático, que dieron paso a las plantaciones de palma aceitera en unas pocas décadas. De hecho, en Brasil, la tasa de deforestación ha disminuido de 29.000 kilómetros cuadrados en 1995 a alrededor de 13.000 en 2021.
 

Como epitome de los trópicos, el Amazonas reúne todas las contradicciones que caracterizan generalmente a las regiones ecuatoriales de la tierra. La abundancia de naturaleza contrasta fuertemente con las precarias condiciones de vida de muchos de sus habitantes, tal cual describió Claude Lévi-Strauss en su libro "Tristes Trópicos" a mediados del siglo pasado. Hasta el día de hoy, el Amazonas es una de las zonas más pobres de América del Sur. Parece que una maldición se cierne sobre el ecuador.
 

El Amazonas es un lugar donde el paraíso y el infierno, la abundancia y la necesidad extrema, conviven lado a lado, donde la imaginación fértil y la desolación se combinan en un realismo mágico, el exceso y el tedio se alternan. En ninguna parte el hombre está más cerca de la vida, pero también más cerca de la muerte.
 

Como la mayoría de las otras regiones del continente, la Amazonia, ya sea del lado español o portugués, fue escenario de conquista colonial, explotación despiadada, esclavitud y aniquilación de la población indígena.
 

Sólo con los modernistas la cultura amazónica entró positivamente en la conciencia de la élite urbana brasileña y ayudó a crear una identidad nacional. Recordemos el diario de viaje de Mário de Andrade "El turista aprendiz" (1927), su novela clásica "Macunaíma" (1928) y su expedición "Misión de Investigación Folclórica" al norte y noreste del país en 1938.
 

En las últimas décadas, la apreciación del Amazonas siguió creciendo, no sólo por su importancia ecológica, sino también por el arte indígena y el potencial poético de la región en general. Los principales museos de Brasil y la Bienal de São Paulo ya exhiben arte indígena. En este contexto, cabe recordar también los “Juegos Indígenas”, que se celebraron paralelamente a los Juegos Olímpicos de Río, en Palmas (Tocantins) en 2016 y que fueron acompañados artisticamente.
 

El gobierno brasileño prometió dedicar más atención a la Amazonía en su búsqueda de un equilibrio entre la protección de la naturaleza y de los intereses económicos y sociales de los 30 millones de habitantes de la región. A pedido del presidente Lula, la Conferencia Mundial sobre el Clima COP-30 se realizará en Belém do Pará, del 10 al 21 de noviembre de 2025.

Este evento es la ocasión propicia para una muestra de arte que garantice visibilidad nacional e internacional. Como nunca antes, los ojos del mundo están puestos en la Amazonía, ya que la cuestión ecológica es cada vez más urgente. Al mismo tiempo, la sabiduría y la experiencia de las culturas ancestrales e indígenas de la Amazonía han ganado visibilidad y valor, quizás como nunca antes.
 

Será interesante observar si los enfoques de los artistas amazónicos difieren de los de latitudes templadas y qué "temperaturas" estéticas producen en cada caso. Perspectivas endógenas y exógenas, es decir, vividas o traídas desde fuera, se confrontan de manera creativa para finalmente alcanzar esa "verdad tropical" que el Tropicalismo brasileño siempre procuraba.
 

Superar la maldición
No se le haría justicia en modo alguno a la Amazonía al reducirla a su papel de "pulmón del planeta" y de almacenar carbono ante el cambio climático, como reclaman en Europa y América del Norte. La riqueza de la región radica no sólo en su biodiversidad, sino también en la diversidad de la vida indígena. Todavía hoy existen varios cientos de idiomas y otras tantas visiones del mundo. Aún viven en la parte occidental de la Amazonía los llamados “pueblos aislados”, es decir, comunidades indígenas que no han tenido contacto con el mundo exterior y que practican una relación sostenible con la naturaleza. La no simultaneidad de la modernidad se hace evidente en Brasil, donde las megaciudades conviven con pueblos originarios y ancestrales, en un mismo país. En ningún lugar la diversidad y pluralidad de diferentes formas de vida es más notoria que en Brasil.

 

La Bienal de Montevideo no trata a la Amazonía principalmente desde un punto de vista utilitario, que promete un mero beneficio económico o ecológico, sino como un valor en sí mismo, que se alimenta de su poética y estética. La grandeza de la naturaleza se combina aquí con lo sublime del arte, de modo que la noción de otra y mejor vida sea posible, superando así la eterna maldición de los trópicos.

El proyecto cumple con los siguientes criterios:
- Valoración de la ancestralidad y construcción de una nueva identidad
- Pluralidad cultural, inclusión y diversidad étnica
- Una nueva mirada a la compleja relación entre arte y naturaleza
- Diálogo innovador entre artistas urbanos e indígenas
- Multiplicidad de saberes y lenguajes artísticos.


Curador: Alfons Hug
Alfons Hug fue curador de la Bienal de São Paulo e 202 e 2004, curador de la Bienal de Curitiba en 2011, curador de la Bienal del Fin del Mundo (Ushuaia) en 2009 y curador de la Bienal del Mercosul en 2018. Fue curador del pabellón de Brasil en la Bienal de Veneciaa, en 
2003 y 2005 y del pabellón latinoamericano en 2011, 2013 y 2015. Fue curador de la Bienal de Montevideo en 5 ediciones.


Hug fue director del Instituto Goethe de Rio de Janeiro de 2002 a 2015 y realizó várias muestras importantes en Brasil, entre ellas: Ex Africa, Zeitgeist Berlim, Trópicos, Arte Antiga da África, Carnaval, Alegria barroca etc.
 

Hug visitó todos los estados de la Amazonia , inclusive los de Colombia y Venezuela. En 2002 organizó la muestra "Arte Amazonas” en ocasión de la conferencia de Naciones Unidas "Eco-92” en el Museu de Arte Moderna do Rio, con ateliés en Manaus, Belém y Porto Velho. En 2016 realizó la curadoria del proyecto "Jogos indígenas” em Palmas (Tocantins).
 

https://en.wikipedia.org/wiki/Alfons_Hug 

Co-curador: Alejandro Denes

1968 Uruguay

Formado en el Instituto Escuela Nacional de Bellas Artes (actual Facultad de Artes), institución en la que fue docente entre 1996 y 2008. Integró comisiones asesoras y jurados en la Universidad de la República y representó a esta institución en Mercosur Educativo desde 2003 al 2008.
Participó en la coordinación de la 1a y 2a Bienal de Montevideo y desarrolló los programas educativos de la 2a y 3a Bienal de Montevideo.
En el período 2015-2020 fue asesor del Ministerio de Educación y Cultura donde desarrolló el Instituto Nacional de Artes Visuales, siendo su coordinador entre 2018 y 2020.
Representó a Uruguay en la Comisión de Artes del Mercosur Cultural entre 2016 y 2020.

Fue comisario del Pabellón de Uruguay en la Bienal de Venecia coordinando los envíos de Uruguay a las muestras de arte y de arquitectura en los años 2017, 2018 y 2019.

Artistas participantes

1. Denilson Baniwa, Brasil
2. Christian Bendayán, Perú
3. Luiz Braga, Brasil
4. Gustavo Caboco, Brasil

5. Paula Delgado, Uruguay
6. Rita Fischer, Uruguay
7. Gianfranco Foschino, Chile
8. José Gamarra, Uruguay

9. Sheroanawe Hakihiiwe, Venezuela

10.Morzaniel Ɨramari, Brasil

11.Kamikia Kisêdjê, Brasil
12.Linda Kohen, Uruguay
13.Héctor Laborde, Uruguay
14.Ricardo Lanzarini, Uruguay
15.Salmi López Balbuena, Paraguay
16.Luciana Magno, Brasil
17.Waxamani Mehinako, Brasil
18.Hélio Melo, Brasil
19.Joseca Mokahesi Yanomami,
Brasil
20.Marcone Moreira, Brasil

21.Jill Mulleady, Uruguay
22.Emmanuel Nassar, Brasil
23.Éder Oliveira, Brasil
24.Juan Manuel Rodríguez, Uruguay
25.Luis Romero, Venezuela
26.Malu Saddi, Brasil
27.Sebastián Sáez, Uruguay
28.Olinda Silvano Inuma, Perú
29.T2i, Guayana Francesa
30.Glicéria Tupinambá, Brasil
31.Moara Tupinambá, Brasil
32.Pablo Uribe, Uruguay
33.Lucía Wainberg Sasson, Uruguay
34.Álvaro Zinno, Uruguay