Leonardo Haberkorn

Secretaria, secretaria

Un retrato preocupante sobre cómo trabajan los medios de prensa uruguayos fue publicado la semana pasada por la agencia de comunicación Voz y Vos, un proyecto conjunto de la ONG El Abrojo y la filial uruguaya de Unicef.

Actualizado: 21 de noviembre de 2008 —  Por: Leonardo Haberkorn

Voz y Vos analizó, en base a un relevamiento estadístico, cómo informa la prensa escrita uruguaya sobre la infancia y la adolescencia. Los resultados del estudio resultan muy significativos dentro de esa temática, pero también son extrapolables al resto del universo informativo porque los medios de prensa, los periodistas, las directivas laborales y la organización del trabajo son muy similares en todos los casos.

La primera constatación es que el periodismo uruguayo viola el mandato de que cada información debe ser chequeada por dos fuentes independientes entre sí.

La investigación mostró que un 33,6% de los artículos analizados ni siquiera citan una fuente. Vale imaginarse la calidad que tendrán tales textos informativos.

Del total de notas que sí tenían fuentes, el 63% solo exhibía una. Eso habla de un periodismo perezoso (se publica con el mínimo esfuerzo), poco riguroso (las noticias no se chequean) y muy superficial (porque para llegar al fondo de cualquier materia nunca bastará la visión de una única persona). Apenas el 6% de los artículos analizados tenían al menos tres fuentes. Y los datos estadísticos que permiten contextualizar las informaciones apenas se usaron en el 9,8% de las notas analizadas. Como obvia consecuencia, el periodismo de investigación es una rareza.

Igualmente revelador es ver cuáles son las fuentes más consultadas y citadas por la prensa local.

Según el estudio de Voz y Vos, en un cómodo y lejano primer lugar del ranking, con una presencia en el 38,8% de los artículos que al menos tienen una fuente, aparecen los integrantes del gobierno nacional. Las segundas fuentes más consultadas son los sindicalistas. Su voz estuvo en el 12% de las notas, superando incluso a los legisladores, que aparecieron en el 10%.

Estos datos exhiben con claridad la vocación oficialista que el periodismo uruguayo arrastra desde la dictadura (muchas noticias tienen una única fuente y esa fuente es el gobierno), y también el exagerado lugar otorgado a los sindicatos en la agenda informativa (son casi los únicos representantes de la sociedad civil que aparecen en las noticias).

Es alarmante ver como el relevamiento muestra que los ciudadanos comunes, las ONGs, las universidades, las asociaciones civiles, las empresas, las familias, los ediles locales son fuentes casi nunca consultadas. En cuanto a la infancia, los actores sociales que trabajan en esa temática fuera de la esfera oficial o sindical apenas fueron tenidos en cuenta en 40 de los 5.820 textos periodísticos analizados.

Alguien dirá que estos datos corren para las noticias vinculadas a la niñez y la adolescencia, pero no para otros temas. Opino lo contrario.

Pensemos en el interminable conflicto entre la Intendencia de Montevideo y su sindicato Adeom, hoy apaciguado pero siempre latente. ¿Cómo se lo cubre? La prensa contrapone la opinión del gobierno municipal con la del sindicato. Fin. Ahí se termina la historia informativa, la búsqueda de la verdad, el ansia por explicar las cosas. A pesar de que se dedican cientos de páginas y miles de horas al dichoso conflicto, casi nunca se explica cómo llegamos a esta situación. No se interpela a los actores políticos que en su momento firmaron los acuerdos que provocaron tamaño lío. No se informa cuál es el costo que los convenios firmados tienen para la ciudadanía. No se manejan cifras del presupuesto municipal. No se compara lo que se gasta en salarios con lo que se invierte en obras. No se coteja lo que ocurre en Montevideo con lo que pasa en otras ciudades del Uruguay, ni que hablar de la región o del mundo. No se compara lo que gana un basurero de la IMM con lo que cobra uno de una empresa privada. No se compara lo que gana un portero de la IMM con el sueldo de maestro. No se consulta a expertos en gestión municipal. Nunca jamás se busca el punto de vista del ciudadano. Nunca se aterriza la información a la realidad que vive la sociedad civil.

El mismo estudio fue hecho en otros países. Mientras en Uruguay los ciudadanos comunes aparecen apenas en el 4% de las noticias, en Argentina lo hacen en más de 7%, en Colombia en el 10%, en Brasil en más del 13%.

Los números del estudio de Voz y Vos interpelan a los empresarios de la comunicación uruguayos. ¿Para qué tienen sus empresas? Antes los medios de comunicación se fundaban para arrimar agua al molino de algún partido político. Hoy la mayoría se ha transformado en un mero negocio, como una fábrica de rulemanes o una secta brasileña. Se ha perdido la noción de que un medio de comunicación debería ser algo más que eso.

La publicación de Voz y Voz también interpela a los periodistas uruguayos. ¿Para qué hacemos periodismo hoy? Para ponerle el micrófono delante a los ministros alcanzaría con una secretaria.



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