Fue en el conservatorio municipal de Durazno donde empezó a estudiar música. Después, gracias a una de sus maestras, se fue a Montevideo y empezó la Escuela Nacional de Arte Lírico. Ahora hace cuatro años que vive entre Florencia y Módena.
— Florencia es una de las ciudades más hermosas de Italia, destacada por su patrimonio cultural. Módena es la ciudad de tres grandes artistas del arte lírico: Luciano Pavarotti, Mirella Freni y Raina Kabaivanska, una de mis maestras (ella es búlgara, pero de Módena por adopción).
Vivo en la casa de mi maestra alemana. Es la soprano Yvonne Schnizter. Ella alquila habitaciones a estudiantes de música y de diferentes ramas del arte.
Mi vida aquí está muy bien. En definitiva es lo que elegí. Mi rutina es estudiar muchísimo, entrenamiento, concentración, disciplina, y descanso, fundamental.
Mis afectos aquí no son tantos, pero son muy sólidos. Y disfruto de ellos cuando el tiempo me lo permite, así que estoy muy contenta y agradecida.
Del Uruguay extraño principalmente a mi familia, que es lo más importante para mí, mis amigos, tantos valores, la educación... Muchísimas cosas añoro. Hace dos años que no voy a casa. Iré en junio próximo... ¡Espero!
¿Momentos de satisfacciones?
— Las satisfacciones han sido muchas, conseguidas a través de mucho esfuerzo y sacrificio de mi parte, pero también agradezco tanto a mis padres, que me han dado fortaleza y me han enseñado a no desistir y a luchar por mis sueños.
Puedo citar algunos logros. Por ejemplo, haber obtenido becas de estudio de la gran soprano búlgara Raina Kabaivanska, quien es una de mis actuales maestras, el privilegio de haber podido estudiar en el conservatorio donde enseñaba el gran maestro Luciano Pavarotti, el haber ganado concursos de canto y haber reencontrado a mi maestra alemana Yvonne Schnitzer. Ella cree en mí y en mi talento y me da tanta seguridad… a nivel no solo vocal sino también humano, que pienso que es una de las cosas fundamentales en la vida de toda persona.
¿Momentos tristes?
— Los momentos tristes… Por ejemplo la pérdida de mi querida abuela. Me enteré de su fallecimiento aquí y no podía hacer nada. Estaba muy lejos y me sentí muy triste por no poder acompañar a mi familia en esos momentos...Y muchas otras cosas que es mejor no recordar. Soy una optimista y una soñadora, ¡me gusta sonreírle a la vida!
¿Cuándo cantas?
— Canto casi todos los días de mi vida. No podría vivir sin cantar, aunque el descanso es también fundamental.
¿Qué cantabas de niña?
— Mis padres recuerdan que cantaba " La puerta de Alcalá" jajaja. También " Muñeca rota" de Valeria Lynch y naturalmente las canciones de niños. Ahhh y recuerdo que moría con Xuxa, jajjaja, ¡qué épocas, por Dios!
¿Y hoy qué es lo que más disfrutas al cantar?
— Ópera, gospel y jazz.
¿Viviste en Montevideo?
— Sí, con mi querido hermano Jair, desde los 17 años hasta los 23 años, cuando me vine para aquí.
¿Y ahora qué planes hay?
— Los planes cambian constantemente, es una carrera que no da certezas, está todo en constante movimiento y transformación.
¿Cómo te imaginas a los 50?
— No lo sé. Vivo el aquí y ahora. Vivo en el presente, me parece inútil pensar a cómo seré. Quién sabe si llego jaja...
¿Si te toca pedir un deseo?
— Mi deseo más profundo es poder lograr emocionar a las personas y hacer que se olviden, al menos por un rato, de las penas que nos tocan vivir. Ser capaz de emocionar.
¿Qué cosas te disgustan del lugar donde estás?
— De acá critico en general la falta de valores, de humanidad, el individualismo… Pero he encontrado personas maravillosas aquí también. Soy una agradecida con la vida y pienso que los obstáculos están hechos para superarlos. Y es lo que en definitiva nos hacen crecer, valorar, madurar, y reconocer tantas otras cosas...
¿Qué contás de Uruguay cuando te preguntan por tu país?
— Cuento que es muy chico y hablo maravillas de nuestro país y de nuestra gente, de la cultura, de la música, el arte, de nuestra naturaleza, de nuestro ritmo de vida que es muy diferente. Y debo decir que se enamoran de los relatos y que a muchos de ellos les gustaría conocerlo y ver nuestras tradiciones y costumbres.
¿Qué aconsejarías a alguien que empieza en el canto lírico en Uruguay?
— Es raro dar consejos a mi edad. Pensé que eso lo hacían las personas que han vivido mucho más que yo, jaja… Podría decir que si han elegido esta hermosa rama del arte, se necesita mucha paciencia, disciplina, sensibilidad, temperamento, musicalidad... No es un camino fácil, habrá muchas piedritas por el camino que causarán un poquito de incomodidad, sudor y lágrimas… Pero si es lo que han elegido adelante, y mucha fuerza, siempre para adelante. Para atrás… ¡ni para tomar impulso! ¡Y paciencia que todo llega!