En la final Egipto derrotó a Ghana por 1 a 0 con gol de Mohamed Nagy Geddo, la máxima figura del certamen. El campeón entra en la historia al ganar su quinta Copa de África y la tercera de forma consecutiva. Es además un premio para una selección que quedó eliminada del Mundial de Sudáfrica.
Pero más allá del campeón, el torneo disputado en Ángola no lo olvidará nadie por el atentado contra la delegación de Togo y, sobre todo, por una decisión lamentable de la Confederación Africana de Fútbol (CAF) quien, en sintonía con la FIFA, suspendió por dos ediciones a Togo debido a “interferencias gubernamentales" de las autoridades togolesas.
"La decisión tomada por las autoridades políticas infringe las regulaciones de la CAF", expresó el máximo organismo del fútbol africano en un comunicado. Agregó que el equipo nacional de Togo quedó suspendido para “las próximas dos ediciones de la Copa de África” y deberá pagar “una multa de 50.000 dólares de acuerdo con el artículo 78 de la Copa de África de Angola 2010".
Togo recurrirá la sanción.
La selección de Togo fue víctima de un atentado contra su ómnibus un día antes del inicio de la competición. El autobús fue ametrallado al cruzar la frontera entre el Congo y Angola y murieron dos miembros de la delegación togolesa, el conductor del vehículo y resultaron heridos tres jugadores. El ataque fue perpetrado por el Frente de Liberación del Estado de Cabilda, un grupo de separatistas angoleños. La zona del atentado había sido elegida como sede de la competencia por parte del CAF. Allí hay un grupo independentista desde hace años.
Los jugadores habían decidido jugar la Copa de África a pesar del atentado pero el primer ministro de Togo, Gilbert Houngbo, prohibió la participación.