De los 3500 productores lecheros, hay 1.100 que tienen menos de 50 hectáreas de tierra. Según la Dirección de Estudios Agropecuarios, el sector aumentó la eficiencia por hectárea y por animal. Mientras en 2001 se producían 13,9 litros diarios por vaca en ordeñe, en 2007 se produjeron 15,4 litros.
Ahora, se prevé que la presencia de productores neozelandeses traiga un cambio técnico muy profundo. “Ellos –básicamente- trasladan la tecnología de Nueva Zelanda realizando ajustes al clima: ya saben lo que es el barro y las sequías. Si este modelo tiene éxito en Uruguay generará una revolución, ya que aumentará la productividad de forma significativa”, dijo Manuel Marrero, presidente del Instituto Nacional de la Leche.
De todas formas, los impactos de la crisis pueden ser significativos. “Si bien el ser exportador de lácteos es un mérito, con un importante aporte para el PIB del país, las fluctuaciones de los mercados internacionales repercuten fuertemente en la cadena láctea”, explicó.
En cuanto a la rentabilidad, de continuar la situación actual, puede suceder que los costos sean más altos que los precios, advierten.
(en base a Presidencia)
