“No me vengan a hablar de pobres viejitos”

Los familiares de Julio Castro afirmaron que la identificación de los restos del maestro asesinado en 1977 terminó de demostrar que “todo el informe de la Comisión para la Paz fue una gran mentira”. Además, destacaron que el caso fue un “asesinato a sangre fría” de un “maestro de 68 años”. “No me vengan a hablar de ‘pobres viejitos”, reclamó su nieto en referencia a los militares.

Actualizado: 02 de diciembre de 2011 —  Por: Mauricio Erramuspe

“No me vengan a hablar de pobres viejitos”

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La hija de Julio Castro, Hebe, y el nieto, Ariel Castro, dieron una conferencia de prensa en Presidencia, tras la confirmación de la identificación de los restos aparecidos en el Batallón 14 el 21 de octubre.

Ambos manifestaron que tiene una mezcla de sensaciones que aún no pueden explicar con absoluta sinceridad. “En cierta medida es un estado de shock, no sé si un alivio pero sí por lo menos saber dónde están los restos. Y también cierta indignación”, dijo el nieto.

Hebe Castro destacó que han sido 30 años de lucha. “No es ni hoy, ni ayer, ni antes de ayer. Hace más de 30 años que estamos buscando la verdad”, afirmó.

Ariel dijo que para la familia, la información oficial es la del Poder Judicial. “Es la que tiene el peso legal y además es en quien hemos confiado durante todo este proceso, tanto en el juicio civil que se inició en 2003 y terminó en 2009, como en el retome del juicio penal. Ahora estamos apoyando en lo que podemos a la fiscalía y al Juzgado de Primer turno”, afirmó.

La familia espera ahora conocer a los responsables del asesinato. “Si tenemos suerte, porque ya es cuestión de suerte, puede ser que aparezca quién era el jefe del Batallón 14 en el mes de agosto de 1977. Puede ser que aparezca cuál era el orden jerárquico del Batallón 14 y puede ser que por ahí aparezca la orden de servicio, porque está todo escrito y con el tiempo aparece. La esperanza nuestra es que aparezca esa orden jerárquica diciendo ‘fusilen a fulano de tal y entiérrenlo en tal lado’. Punto. Alguien la firmó”, dijo Hebe Castro.

Julio Castro (Archivo Brecha/ AFP)

Julio Castro (Archivo Brecha/ AFP)

Durante la conferencia, también destacaron que hay poca colaboración desde distintas reparticiones del Estado con los fiscales que están investigando. Muchas veces, dijeron, los familiares tienen que actuar como detectives para obtener datos menores que sería muy fácil conocer desde el Estado. “Pedimos y resaltamos que se necesita apoyo en ese aspecto”, afirmó la hija de Julio Castro.

Además Ariel señaló que con la información disponible desde ayer quedó claro que los datos que les proporcionó la Comisión para la Paz eran una mentira. “Todo el informe que nos entregó la Comisión para la Paz fue una gran mentira. No hay nada ahí que sea verdad. Desde las condiciones en las que fue ejecutado, porque lo que decía el informe era poco menos que se había desvanecido en un pequeño apremio, como el tema de que sus restos habían sido cremados y esparcidos en el Río de la Plata”, señaló.

Castro murió asesinado de uno o varios balazos en la cabeza tras intensas sesiones de torturas, según comprobaron los forenses que trabajaron con sus restos.

“Estamos hablando de gente que asesinó a sangre fría a un maestro de 68 años. No me vengan a hablar de ‘pobres viejitos”, dijo Ariel. Y agregó que “la causa del asesinato fue que ayudaba a sacar información de lo que pasaba en Uruguay, que estaba bajo una dictadura, en un gobierno ilegítimo, y ayudando a gente perseguida, vía la Embajada de México. Para mí eso es valentía, eso es valor, y me admiro del coraje tranquilo de gente como mi abuelo. Eso es jugársela. Ahí no había ni armas, ni escondites ni nada. Era jugársela por salvar gente y porque en el resto del mundo se supiera lo que estaba pasando”.

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