Rovira, una numeraria del Opus Dei

Mercedes Rovira es una de los 662 integrantes activos que tiene el Opus Dei en Uruguay. La candidata a rectora de la Universidad de Montevideo, que tuvo que renunciar por sus dichos sobre la homosexualidad, es numeraria, practica la autoflagelación y vive según los destinos que le pauta la Prelatura del Opus Dei.

Actualizado: 17 de julio de 2012 —  Por: Redacción 180

Rovira, una numeraria del Opus Dei

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El diputado colorado Fernando Amado entrevistó a Mercedes Rovira para el libro “El peso de la cruz, Opus Dei en Uruguay”, publicado en 2009.

Rovira es numeraria y en el momento de la entrevista era docente de la Universidad de Montevideo y directora de la Residencia Universitaria del Mar, dedicada a alojar mujeres jóvenes, sobre todo del interior, con problemas económicos. Según Amado, ese es un lugar de reclutamiento para el Opus Dei.

Amado explicó a No toquen nada las características que tiene un numerario del Opus Dei. “El numerario o la numeraria es aquella persona que se entrega en un todo a la vida del Opus Dei. Esa persona se aleja de la familia, se entrega a la religión, no se dedica al sacerdocio, forma parte del cuadro laico, pero sin hacer votos de castidad, obediencia y pobreza. Sí hace compromisos de castidad, obediencia y pobreza. Eso quiere decir que no pueden tener relaciones relaciones sexuales y tratan de evitar a toda costa cualquier contacto con el sexo opuesto”, explicó.

En su libro, Amado agrega que "el numerario es un full time del Opus Dei” que tiene una rutina espiritual “muy exigente y disciplinada. Son quienes dentro del Opus Dei practican la mortificación corporal que tanta curiosidad despierta. Usan diariamente el cilicio -cadena de alambres punzantes- en la pierna, durante alrededor de dos horas. También se autoflagelan con una disciplina -pequeño látigo-, una vez a la semana, mientras rezan una oración".

Sobre este tema, Rovira le dijo a Amado que le cuesta más levantarse temprano que el cilicio. "El tema de la mortificación es porque hay mucho pecado en el mundo y hay que encontrar la manera de desagraviarlo. Ha sido cosa de toda la vida en la iglesia tradicional ofrecer alguna mortificación corporal, en el sentido de ese desagravio que hay que ofrecer”, afirmó. “Es lógico que en este tema se tenga tanto pudor. Lo hacés porque querés pero tampoco es para andarlo publicando”, agregó.

Rovira tenía contacto con hombres en la Universidad de Montevideo, pero en general los numerarios no tienen contacto con el sexo opuesto. En los hogares femeninos, la única presencia masculina es la de los sacerdotes que guían espiritualmente a las numerarias. A los masculinos, sin embargo, sí asisten mujeres numerarias para realizar tareas de limpieza.

Amado dijo que en el Opus Dei los numerarios no son dueños de sus vidas. “Mercedes Rovira estuvo en varios lugares del mundo sirviendo al Opus Dei y un día le dijeron que se viniera al Uruguay porque la necesitaban. Mañana quizás, y más después de estos problemas, quizás le dicen que se vaya a ayudar a la Prelatura del Opus Dei en la sede de equis país”, explicó.

Ser numerario implica que “uno no es dueño de su propia vida sino que la vida le pertenece a la Prelatura del Opus Dei. Ese es el compromiso de obediencia. Además se empieza a dar una situación natural de dependencia a la institución porque cuando se ingresa como numerario, no se tiene dinero, el dinero se lo da la propia institución. Lo que se gana en un trabajo particular como puede ser el de docente o abogado, hay que volcarlo todo a la residencia donde se vive”, explicó.

Según los datos aportados por Amado en su investigación, en Uruguay el Opus Dei tiene 12 sacerdotes de la prelatura, 150 numerarios/as, numerarias auxiliares y agregados; y 500 supernumerarios/as. En total los miembros de esta organización son 662.

Amado dijo que lo que declaró Mercedes Rovira al semanario Búsqueda es la visión del Opus Dei: la homosexualidad es una anomalía. Sin embargo, Rovira carece de la cintura de los rectores que ha tenido la UM para manejar la institución.

“Los rectores anteriores, tanto el doctor Mariano Brito como el doctor Santiago Pérez del Castillo, son hombres que han tenido una cintura, una flexibilidad, más allá de su condición de supernumerario y numerario, respectivamente. Han tenido un talento especial para llevar a cabo esa tarea de rector que requiere sin lugar a dudas grados de diplomacia importante y una versatilidad para intentar no manejar una universidad con el rigor que ellos se dan a su vida privada. Rovira claramente carece de las virtudes de Brito y Pérez del Castillo”, dijo Amado.

El diputado consideró que las declaraciones de Rovira sobre que la condición sexual condiciona el obtener un puesto de trabajo en la universidad son graves, porque constituyen un delito penado por la ley contra la discriminación, donde no entra la libertad de expresión.

Sin bien Amado no tiene datos concretos que permitan afirmar que la Universidad de Montevideo no contarta homosexuales, si possee evidencia que lo insinúa. Incluso Amado recordó un caso en que el actor Petru Valensky, que ha declarado ser gay, fue echado de la universidad.

“Puedo decir que sí se insinúa que pudo haber gente afectada en ese sentido pero no pasó a ser un elemento contundente sino presunciones. Sí hubo una anécdota. Petru Valensky había sido invitado para hacer un show en la Universidad de Montevideo y la pasó muy mal, lo terminaron echando, sacando con la seguridad”, afirmó.

La palabra de Rovira

El Observador publicó una carta en la que Rovira le responde a una misiva en la que Diego Palma, un ex alumno de la UM, se mostraba indignado por las declaraciones de la candidata a rectora.

"En los diecisiete años que llevo en la UM, tan querida por ti y por mí, entrevisté a decenas de profesores para su contratación. Ellos te pueden decir si en algún caso les pregunté o insinué algo sobre su orientación sexual. Digo esto de una manera totalmente rotunda, porque es así. Este tema me duele de forma muy personal, porque el amigo de más larga trayectoria en mi vida es de orientación homosexual. Siempre lo quise, lo respeté y acompañé cuando lo necesitó", le escribió.

"Me pesa también el desconcierto en el que estarán tantas personas que me conocen bien -alumnos, exalumnos, profesores, personal administrativo y auxiliar de la UM- y ahora se encuentran con un personaje fabricado con retazos de una entrevista que concedí con motivo de ser la primera mujer que asumiría como rectora de una universidad privada en el Uruguay", agregó.

"Hoy entiendo que no fue adecuado hablar de anomalía. El celibato que yo vivo personalmente algunos también pueden verlo como algo anómalo, irregular, distinto. Te puedo contar que yo sufro incomprensiones por mi opción de vida. Como las vivo en carne propia, intento ser muy respetuosa con las opciones de vida de los demás", afirmó Rovira.

Desde las organizaciones de defensa de los derechos de los gays, lesbianas y trans se ha manifestado insistentemente que la homosexualidad no es una elección sino una condición sexual. Por tanto, no puede compararse con temas que sí son opcionales y voluntarios, como practicar el celibato o la pertenencia a una institución religiosa.

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