“Cualquiera que compre hoy los aviones es muy difícil que los vuelva a recuperar a su slot. No digo imposible, pero es muy difícil porque le pueden dar nuevos horarios pero le dan a las tres de la mañana, cuando no hay pasajeros”, dijo López Mena, propietario de Buquebús y BQB Líneas Aéreas.
Ante la pregunta de si esa era la razón por la que no participó en la subasta, el empresario dio a entender que sí y agregó que no había oferentes. “Soy un candidato firme pero quiero hablar con gente que realmente entienda del problema”, indicó.
“Yo pienso que ya no tendría que haber subasta. Tendrían que llamar a gente que tiene antecedentes de decenas de años de seriedad y hablar seriamente con ellos. Porque una subasta, ¿qué es? ¿Viene un narcotraficante y porque pague 130 millones le dan la línea?”, se preguntó López Mena. “En los países serios se eligen a las empresas por su trayectoria y por su solvencia”, subrayó.
Sobre este tema, el ministro de Economía, Fernando Lorenzo, aclaró que en la ley “están especificadas todas las frecuencias que quien adquiera los aviones tiene derecho a negociar con el estado uruguayo”. También sostuvo que “algunas opiniones deberían, además de tener lógica empresarial, tener lógica jurídica de las complejidades que implica un proceso concursal”.
El jerarca aseguró que el gobierno está abocado “a divulgar e interesar a la mayor cantidad posible de inversores en la subasta” y dijo que esta es el mecanismo que se creyó idóneo “para separar un activo valioso que podía permitir la rápida vuelta a operaciones de esos aviones en el marco de una quiebra”.
“Era imposible separar de la quiebra estos activos por un procedimiento que no fuera competitivo y público como es una subasta”, dijo Lorenzo.
El ministro consideró el proceso de la subasta como “exitoso” ya que “la constatación de que hay interesados o no, despeja el camino para que se puedan pensar en otras opciones”.