El jueves se confirmó lo que adelantó en abril 180. El BROU habilita el préstamo para el estadio de Peñarol pero exige entre las garantías que el club ceda los ingresos por derechos televisivos y las recaudaciones. Lo que la institución tiene que garantizar es un tope de 2.100.000 dólares al año.
El gran cambio es que el porcentaje de ingresos que en un principio iba a ser del 10% ahora se eleva al 17%. Y para aprobarlo se debe llamar a una nueva Asamblea Representativa.
Esto hizo que buena parte de la directiva de Peñarol se comunicara entre sí durante el día. Según supo 180 varios consejeros no están de acuerdo con aceptar el pedido del banco y se lo harán saber al presidente, Juan Pedro Damiani.
Welker dejó claro el temor que le genera no cumplir con las exigencias. “No quiero terminar como Independiente de Avellaneda: en la B y con un estadio sin terminar”, dijo en radio Sport. El vicepresidente reiteró que estará a favor de lo que sea “mejor para Peñarol” pero planteó sus dudas sobre si vale la pena embarcarse en el proyecto.
Por su parte Barrera dijo que “la mejor contribución” que se puede hacer sobre las exigencias del BROU es el silencio público y la discusión en los ámbitos adecuados. Sin embargo separó los temas. “Sigo pensando que es sustentable, es tan viable como cuando se propuso. Una cosa son las garantías y otra la sustentabilidad del proyecto”, dijo y agregó: “los hinchas de Peñarol nos merecemos el estadio”.
