Oddone señaló que la situación fiscal del país ha tenido un deterioro importante en los últimos años. Contó que los economistas pronosticaban un déficit fiscal del 2,3 o 2,4% y cerrará en 3,5%. “Detrás de eso hay una continuidad de políticas que no estuvieron enfocadas a atacar la inflación sino a otras cosas como la distribución del ingreso”, indicó.
Teniendo en cuenta esa cifra Oddone dijo que “habría que hacer una corrección fiscal para estabilizar la deuda, tomando como parámetros una magnitud de corrección de no menos de medio punto de producto y de no más de un punto y medio”. El economista estimó que se tratarían de unos 500 millones de dólares.
Sostuvo que en Uruguay decir ajuste fiscal, “tiene una connotación que recuerda a las que se hicieron en los años 1990 y 1995, que fueron de 5 o 6 puntos del producto”. Para Oddone, la situación actual “no tiene nada que ver” con los casos de los años 90.
Añadió que si bien no era un elemento dramático, cuánto más demore el gobierno en hacer esa corrección, más problemas se encontrarán hacia adelante, a menos que se esté esperando “algo exógeno, como una mega inversión, que genere un evento que nos rescate las finanzas públicas”.
“Es de buen administrador del Estado pensar que ni bien asuma el próximo gobierno, las finanzas públicas deberían tener una corrección de un punto, algo que no es imposible de ejecutar”, apuntó.
Por otra parte, Oddone se refirió a la analogía que empleó Azucena Arbeleche. El día que Luis Lacalle Pou la nombró como su ministra de Economía en caso de lograr la presidencia Arbeleche dijo que "el resultado del sector público debe mejorar de manera que la política fiscal sea sostenible. Es igual que en una familia, no podemos gastar más de los ingresos que tenemos. Si gastamos más nos tenemos que endeudar o usar nuestros ahorros", señaló.
El economista Oddone indicó que si bien es muy útil para poner un ejemplo, “el manejo de las finanzas públicas no guarda relación con el manejo del hogar”. Uno de los argumentos que brindó al respecto fue que el gobierno tiene vida infinita y el hogar no. “La posibilidad que tiene un gobierno de endeudarse al infinito es mucho mayor que la que tiene una familia”, señaló.
De todas formas, dijo que es una analogía útil para enfatizar la prudencia necesaria para el manejo de las finanzas públicas en un país frágil, pequeño y abierto al mundo. Explicó que ese ejemplo “es muy usado por los políticos conservadores en países sajones”, que se basan en la necesidad de un equilibrio permanente y que el Estado nunca pueda gastar más de lo que recauda.
Oddone recordó que el Estado puede endeudarse, gastar más de lo que recauda. “Puede hacerlo perfectamente. Solo debe mirar que cuando se toma un escenario de mediano plazo, se tenga financiado ese desequilibrio fiscal”, afirmó.