Temprano, cuando los dirigentes iban llegando al NH, el clima era de alegría. El boca de urna que manejaba el comando de campaña daba que el Frente Amplio votaría en 44% y el Partido Nacional en 34%. Esa diferencia de 10 puntos, más una votación de 16% del Partido Colorado que tenían en las proyecciones, configuraba un escenario de optimismo para los nacionalistas.
La fórmula todavía no había llegado al NH y varios integrantes del partido ya hacían cuentas para la segunda vuelta.
La fórmula llegó sobre las ocho. Primero Jorge Larrañaga y luego Luis Lacalle Pou. Ambos subieron al primer piso del hotel y aguardaron los pronósticos de las encuestadoras junto a sus equipos de asesores.
Afuera del NH, una pantalla gigante transmitió en vivo la señal de Teledoce. A las ocho y media se festejaron los primeros números que dio Luis Eduardo González. El analista político dijo que el Frente Amplio no pasaba el 45% y que no había mayorías parlamentarias. "Bien ahí, ahora van a tener que negociar ¡eh!", gritó uno de los militantes.
Pero a medida que fueron pasando los minutos y las proyecciones se fueron ajustando, el optimismo pasó a ser preocupación.
Cuando ya había pasado más de una hora y la fórmula no daba ninguna señal desde el primer piso del hotel, algunos colorados ya estaban afuera del NH junto a los militantes del Partido Nacional. Uno de ellos era Andrés Villamil, que estuvo en el comando de Pedro Bordaberry y después fue a apoyar a Lacalle. Tenía una bandera del partido en su mano y a su hija en los hombros. "Nos enteramos de que Pedro venía para acá y vinimos a prestarle un apoyo, porque ahora somos todos uno. Creo que el partido se tiene que volcar en masa para ver si salimos del pozo en el que estamos metidos", contó.
Adentro del hotel había impaciencia. En el lugar donde la fórmula iba a realizar la conferencia oficial, Álvaro Delgado, integrante de la lista 404 de Luis Lacalle Pou, dio algunas declaraciones pero se negó a hacerlo sentado en la mesa lista para la fórmula. Solo dijo que veían los datos con "optimismo" y que "empieza el Uruguay de los acuerdos", en referencia a las mayorías parlamentarias.
Un rato más tarde, Lacalle Pou y Larrañaga dieron la conferencia, aunque solo habló el candidato a presidente. "La ilusión está intacta y los porcentajes finales dirán cuáles son las estrategias, cuáles serán las negociaciones políticas", dijo.
El ánimo ya no era el mismo. "Dos objetivos importantes se obtuvieron, no hay mayorías absolutas y hay segunda vuelta, nos tenemos fe para eso. Hubiéramos preferido que los números fueran más favorables a nosotros, pero creo que la segunda vuelta es otra campaña y le tengo mucha fe a Luis. Yo todavía creía que el Partido Colorado iba a superar el 15%, pero me sorprendió un poco como votó", dijo el diputado Jorge Gandini al ser consultado por No toquen nada luego de la conferencia.
Lacalle Pou se fue a esperar el discurso de Tabaré Vázquez en el set de los canales de televisión. Escuchó al candidato frenteamplista junto a su esposa y a Gandini. Luego se volvió al primer piso porque el rumor era que Bordaberry estaba por llegar, pero nadie lo confirmaba.
Afuera esperaba la gente y varios dirigentes del Partido Nacional, entre ellos, Luis Alberto Lacalle. El padre del candidato cantó el jingle de campaña y lo elogió diciendo que estaba "muy bien logrado".
Bordaberry apareció y fue recibido por un militante que cantaba: "juntos, unidos, jamás serán vencidos". Lacalle Pou salió a recibirlo junto a su compañero de fórmula, Jorge Larrañaga. "Vamos a buscarlos hasta abajo de las piedras, vamos darlo vuelta" le dijo Bodaberry a Lacalle Pou cuando se saludaron. Luego se fueron rápido al escenario.
Lacalle Pou dijo que la visita de Bordaberry no estaba en los planes. "Le pedimos que nos acompañe porque el Uruguay tiene esas cosas lindas y uno tiene que reconocer los gestos en determinados momentos", expresó.
Mientras los militantes blancos coreaban el nombre de Bordaberry.
"Saben de mí serena emoción, porque los que estamos al principio de la fila tenemos que guardar esa compostura. Mi corazón está latiendo muy fuerte, la sangre no se imaginan como fluye, pero como me decían cuando hacía deporte: corazón caliente y mente fría", cerró Lacalle Pou y se abrazó con Bordaberry en el escenario.
El candidato colorado le tomó su cabeza y le dijo algo al oído. Luego se fue rápido sin hacer declaraciones a la prensa. Mientras se apuraba para dejar el lugar, se cruzó con Pablo Da Silveira, asesor de Lacalle Pou, que escuchó todo el discurso al costado del escenario. "Vine para que hagan mierda a Tabaré Vázquez", dijo Bordaberry y Da Silveira le dijo "sos un tipo que adoro".
