Miranda dijo que sabía que las familias iban a protestar frente a Presidencia ya que habían estado reunidos "hace unos 10 días". "No tengo claro si son todos los que se quieren ir, me consta que hay por lo menos una familia que ha manifestado su voluntad de dejar el país", señaló.
Según el jerarca "hay varios temas en juego, no es que hay una única reivindicación de que 'todos nos queremos ir' y punto".
"Es difícil terminar de discernir cuál es el reclamo. Tenemos un programa de reasentamiento que entendemos que es viable, sólido y que permite el proceso de reinserción", afirmó Miranda, quien aseguró que "entiende" la situación de incertidumbre de los refugiagos.
"Estas personas son absolutamente libres de dejar el país cuando lo deseen, son personas libres, no están privadas de libertad. El tema que hay es: ¿qué país está dispuesto a permitirles el ingreso a sus fronteras? Ante una realidad de cuatro millones de refugiados sirios, es atendible o comprensible que haya dificultades en que terceros países tenga voluntad de acogerlos", expresó.
"Al Líbano creo yo que no pueden volver, Líbano ya está exigiendo visas para el ingreso al país a las personas de nacionalidad siria. La situación de Líbano es compleja: tiene un millón y medio de refugiados en este momento, no en campamentos, en todo el territorio en distintas situaciones", agregó.
La situación de las familias sirias en Uruguay
Actualmente hay cinco familias de refugiados sirios. Tres están en Montevideo y dos en el interior (una en Piriápolis y otra en Juan Lacaze).
"Todos los varones adultos tienen trabajo salvo dos integrantes de una familia que estamos buscándoles trabajo. Todos los niños y adolescentes están escolarizados", aseguró Miranda.
Mensualmente reciben subsidio económico de "29 o 30 mil pesos para arriba".
El subsidio está calculado en base a dos líneas de pobreza de Montevideo y depende del número de integrantes de la familia y su composición etárea. "Son sumas suficientes como para permitir un sostenimiento en estos dos primeros años de inserción", aseguró el jerarca.
Además "tienen acompañamiento familiar: una pareja de técnicos que van regularmente para contención y búsqueda de trabajo e inserción social", explicó.
"Yo creo que están cometiendo un error pero no puedo juzgarlos como que son malos o desagradecidos", afirmó.
El perfil del refugiado
Miranda explicó cuando entrevistaron a las familias antes de llegar a Uruguay se le solicitó a Acnur que tuvieran "carácter de productores".
"Siempre creímos que la mejor manera de insertarse ne Uruguay era a través de la producción agrícola o pecuaria", señaló. Sin embargo, durante esas entrevistas los jefes de familia manifestaron estar dispuestos a trabajar como productores, pero más tarde se constató que en ese momento el razonamiento era "manifiesto lo que sea con tal de salir".
Fue así que cuando llegaron a Uruguay la mayoría no quiso realizar esta actividad.
"Eso nos pasó. Pensamos que había ciertos perfiles que en la práctica no son así", dijo Miranda.
