Tras la comparecencia del Directorio del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente en el Senado, en el marco del análisis de la Rendición de Cuentas, tocó el turno para la asistencia del Sindicato del INAU, el viernes 2 de setiembre.
Junto al presidente del sindicato, Joselo López, y el Secretariado del PIT-CNT, asistió la psiquiatra Eva Migues, cesada por la actual dirección del Inisa de su cargo como directora del Área de Salud. Actualmente trabaja en el área de Certificaciones Médicas.
En el marco del conflicto entre sindicato y dirección, López llamó la atención sobre esta remoción “a pesar de ser la única psiquiatra en el sistema”. “Es cierto lo que planteó el Directorio del Inisa en cuanto a que hay situaciones complejas en la atención a los jóvenes, que han llevado a algunos intentos de suicidio”, dijo López.
Migues afirmó que los profesionales están “al borde de la omisión de asistencia”. Contó que antes había seis psiquiatras y ahora quedan “solo dos”. “Esta situación hace imposible atender a la población”, señaló según la versión taquigráfica de esa sesión de la Comisión de Presupuesto del Senado.
En Montevideo, dijo, la psiquiatra que trabaja está en un centro de ingreso y no en los hogares. La semana anterior a esta comparecencia hubo cuatro intentos de autoeliminación de jóvenes internados, uno de ellos reincidente antes de que se lo trasladara al Hospital Vilardebó.
“Es imposible que la única psiquiatra que tenemos en Montevideo pueda atender todos los casos, salvo que se clone, y mucho menos que pueda ver a alguien si no sabe que tiene que hacerlo”, afirmó Migues.
“Estos son problemas de gestión: no prever el faltante de medicación y que los chicos que deben recibir medicación psiquiátrica, cuando están en el ingreso y luego en el hogar de permanencia, deben ser objeto de seguimiento; alguien los tiene que ver”, agregó.
Sobre la falta de medicación, la psiquiatra denunció que este año no se previó la compra de la cantidad adecuada por lo que se terminaron antes, sin que se puedan utilizar sustitutos.
“Los médicos sabemos que no hay similares, porque se compran genéricos”, explicó. “Más aún, algunos medicamentos tienen una acción que hace que no se pueda sustituir por otro. Es cierto que hay varios antidepresivos, pero no todos actúan igual. Si se acaba un antidepresivo fundamental, es necesario analizar cuál de los otros sirve o no. Eso requiere la evaluación de los pacientes medicados por el psiquiatra uno por uno; es la forma de saber qué medicación se puede administrar utilizando lo que tenemos disponible, pero esto no ocurre”, agregó.
Esta situación lleva a que “en cualquier momento puede ocurrir algo, pues no tenemos los recursos técnicos distribuidos de forma adecuada y hacer las previsiones del caso”, concluyó.
Conflictos con el sindicato
Durante su comparecencia en esta comisión, la presidenta del Inisa, Graciela Fulco, afirmó que hay violaciones a los derechos humanos en los centros, que ninguno cumple con el fin de rehabilitación para los que fueron creados y que la conflictividad con el sindicato conspira contra su funcionamiento. Además, señaló que los trabajadores han impuesto “un clima de terror” que lleva a que los adolescentes y sus familias no denuncien las agresiones que sufren.
Esto motivó la intervención del vicepresidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala, afirmando que se utiliza como “chivo expiatorio a los trabajadores”.
“No podemos permanecer pasivos toda vez que se pretenda ocultar determinadas dificultades de gestión”, afirmó. Cuestiones como el respeto a los derechos humanos y el buen trato de los adolescentes “para el movimiento obrero son muy caras”, dijo.
“Por los relatos que tenemos de parte de los trabajadores, hace difícil que los que estamos afuera podamos ponernos en su piel debido a las condiciones de trabajo que tienen. Sin tener una visión idílica de los procesos que allí se desarrollan, quiero decir con absoluta claridad que el movimiento obrero uruguayo no sería cómplice de ningún ataque a los derechos humanos y, por tanto, si de parte de la dirección del Inisa se hace un planteo de esa naturaleza, replicará inmediatamente en ellos, porque nosotros acompañaremos cualquier investigación a fondo que demuestre que esos parámetros son reales, porque el movimiento obrero no defiende ese tipo de práctica”, agregó.