“Hay que querer a las ovejas”

María Teresa de los Santos vive desde hace 42 años en Carumbé, departamento de Salto. Junto a su esposo, tiene un “pequeño establecimiento” donde crian unas 1.200 ovejas. Contó su historia a No Toquen Nada y dijo que se está viviendo “muy buenos tiempos para el negocio ovino”, tema que se discutió en un encuentro de pequeños productores rurales en el Paraje de San Antonio.

Actualizado: 23 de abril de 2010 —  Por: Redacción 180

“Hay que querer a las ovejas”

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En la mañana de este viernes se desarrolló un encuentro de pequeños productores rurales en el Paraje de San Antonio, a 20 kilómetros de la ciudad de Salto. Allí se reunieron 80 productores rurales de todo el país. “La idea de este encuentro es evaluar lo actuado en los cinco años pasados, en qué nos equivocamos, qué podemos perfeccionar y cómo miramos el futuro”, señaló María Teresa de los Santos, presidenta de la sociedad rural de Carumbé.

Oriunda de Tacuarembó, desde hace 42 años vive con su esposo en Salto. Tienen un establecimiento donde crían ovinos y ganado. Aseguró que es pequeño: unas 1.200 ovejas en 499 hectáreas, pero -aclaró- “en un campo de muy baja productividad”.

De los Santos explicó que Carumbé es la zona de concentración ovina más grande del país, porque los campos “son apropiados” para la cría de ovejas: se trata de campos duros, de muy baja productividad. “En mucha parte de nuestros campos aflora la piedra”, precisó.

“Es una tradicion familiar, mi esposo viene de gente de campo”, contó. “Además, es un emprendimiento familiar”. María Teresa tiene cuatro hijos: un veterinario, una enfermera, otro que está terminando su carrera de Agronomía y el más chico ya no vive en Uruguay. “Me tocó el dolor, como a muchas madres del país, de verlo partir con una valija y se fue a Estados Unidos”.

Dijo que, a veces, el hijo que estudió Agronomía les da una mano, pero ya ninguno vive en el establecimiento. “De este predio tan pequeño no podemos subsistir todos”, afirmó.

Sobre la tarea de criar ovejas, aseguró que lo primero es quererlas. “Es algo que te da mucho trabajo pero te da, también, mucha satisfaccion. El ovejero es el productor rural generalmente pequeño que trata de subsistir porque quiere a la oveja, porque la oveja nos da la carne, la lana y el cordero”.

Opinó que se están viviendo “muy buenos tiempos para el negocio ovino”. “Hoy está valiendo mucho una oveja, un capón, un cordero. Es histórico el precio que estamos logrando y se avisora un crecimiento”.

De los Santos también contó que “hace muchísimos años” que reclaman la electrificación rural. Dijo que la están viendo llegar por la ruta 31, que la luz “ya está ahí, cerquita, como quien dice, al alcance de la mano”.