“Extradición de uruguayos en caso Berrios fue un ejemplo”

Luego de más de siete años de investigaciones, el magistrado chileno, Alejandro Madrid, dictó sentencia sobre el asesinato del químico chileno Eugenio Berríos. Entre los culpables, hay tres militares uruguayos extraditados en abril de 2006: Tomás Casella, Eduardo Radaelli y Wellington Sarli. “La Justicia uruguaya se comportó a la altura, tuvo un gran papel y permitió el juzgamiento de tres connacionales en un país extranjero”, dijo a No toquen nada el juez chileno.

Actualizado: 17 de setiembre de 2010 —  Por: Redacción 180

 “Extradición de uruguayos en caso Berrios fue un ejemplo”

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Casella fue condenado a ocho años y dos días por los delitos de "secuestro" y "asociación ilícita". Mientras, Radaelli fue enjuiciado a cinco años y 62 días por los mismos delitos, ambos con pena de penitenciaría. En tanto, el coronel Wellington Sarli fue condenado a tres años y 61 días (también por "secuestro" y "asociación ilícita"), pero fue beneficiado con medidas de libertad vigilada.

Por el momento, los tres militares están en libertad bajo fianza y tienen cinco días para apelar, a partir de la notificación de la sentencia personal que se les haga. El juez de la causa, Alejandro Madrid, dijo a No toquen nada (Océano fm) que los militares “probablemente” apelen, aunque aclaró que los procesos de apelación, vinculados a casos sobre derechos humanos, se hacen con la mayor celeridad.

En caso de ratificarse la sentencia, queda pendiente si la condena se cumplirá en Uruguay o en Chile. “Seguramente ellos van a pedir cumplir la pena en Uruguay, así lo hizo notar en su escrito la defensa”, explicó Madrid.

El caso

El asesinato del químico Eugenio Berríos, que trabajó para el régimen del Augusto Pinochet, se llevó a cabo para evitar que prestara declaración en la causa judicial por el crimen del político opositor al régimen Orlando Letelier, asesinado en el año 76 mientras permanecía exiliado en Washington.

En ese contexto, Berrios fue sacado del país por miembros de la DINA (Inteligencia chilena). Primero fue llevado a Argentina y luego a Uruguay. Estando secuestrado en Parque del Plata y después de varios episodios confusos, su cadáver apareció en abril de 1995 en la playa de El Pinar. Berrios tenía un disparo en la cabeza.

Como producto de la investigación, Madrid dijo que se comprobó la vinculación entre militares chilenos y uruguayos en una continuación del Plan Cóndor –destinado a perseguir opositores de los regímenes de facto– pero en plena democracia, configurando una organización militar de jerarquía paralela a la institucional. “Quedaron demostrados los vínculos que tenían los militares chilenos y uruguayos desde hacía bastante tiempo, particularmente el coronel Casella que había hecho un curso en Chile en 1975”, sostuvo el magistrado.

Augusto Pinochet fue la cabeza del operativo que terminó con la vida del químico Berríos. En Uruguay hubo algunos elementos, pero no se pudo probar estas implicancias de los mandos, salvo la intervención de los tres militares. Madrid dijo que en ese caso eran “estructuras paralelas a las Fuerzas Armadas, con misiones contrarias a la legalidad” y esta vez en particular era una “asociación ilícita”.

Justicia uruguaya, ejemplo de extradición

El juez Alejandro Madrid dijo que uno de los puntos a destacar de todo el proceso judicial fue la celeridad con que la justicia uruguaya tramitó la extradición de los militares uruguayos. “Me satisfizo enormemente y fue muy importante. Ojalá que la extradiciones se ventilaran en un menor tiempo, que fueran más expeditos los caminos. La justicia uruguaya se comportó a la altura, tuvo un gran papel y permitió el juzgamiento de tres connacionales en un país extranjero”, expresó.

El juez chileno dijo que los países “no son muy dados” a que pasen estas cosas y denunció que el magistrado uruguayo recibió presiones por actuar de esta manera. Incluso, el propio Madrid dijo que él también tuvo que actuar bajo presión. “Los casos delicados, que implican hechos graves producidos en el marco de una institucionalidad, hacen que los jueces estemos sometidos a presiones. Pero se supone que estamos preparados para soportarlo y tratar de esclarecer los hechos, para hacer justicia sin importar a quien le afecte, porque la ley es igual para todos”, señaló.

Informe de la periodista Florencia Melgar, No toquen nada (Océano fm)