Con la salida de Manuel Keosseian del banco aurinegro, la directiva y el gerente deportivo, Osvaldo Giménez, comenzaron a dar pasos en busca del nuevo entrenador que se hará cargo del equipo para la Copa Libertadores y el Clausura.
Hoy Da Silva está despegado de los otros dos candidatos fuertes. Si bien el sueño de todos es Aguirre, como adelantó 180 el técnico campeón Uruguayo con Peñarol en 2003 y 2008-2009 no tiene en sus planes volver al club en estos tiempos. Su prioridad actual es dirigir en el exterior y ofrecimientos no le faltan. Lo contactaron de Chile, Paraguay y México. Pero aún cuando no cierre contrato fuera del país preferiría no hacerse cargo de Peñarol en este momento. Siente que por su estilo de juego necesita un plantel casi a nuevo y con jugadores jóvenes, sobre todo para jugar la Libertadores.
Con esa realidad sobre la mesa, el plan B toma fuerza. Polilla cumple con los requisitos que el presidente, Juan Pedro Damiani, y Giménez valoran, tiene ganas de dirigir a Peñarol y no es un DT que cobre un sueldo inaccesible. Si bien no está identificado con los colores, no jugó ni dirigió nunca a Peñarol, eso no parece un problema mayor.
El nombre de Fossati también está en la vuelta. El DT dirige en Arabia Saudita hasta mediados de diciembre y luego retorna al país. Eso le permitiría estar considerado a la hora del análisis pero su principal traba es el salario. Salvo que Fossati baje considerablemente su sueldo, Peñarol no puede pagarle. Además, el ex técnico de Uruguay maneja ofertas en el exterior.
Con escasas posibilidades apareció el nombre de Nelson Acosta. Impulsado por el Movimiento 2809 no cuenta con la aprobación de Damiani ni Giménez que consideran que no da con el perfil de técnico que buscan. Un directivo incluso ya descartó a 180 que Acosta pueda ser el futuro entrenador de Peñarol.