Los tres satélites cayeron sin causar daños ni víctimas a 1.500 kilómetros de Honolulu, capital del estado norteamericano de Hawái, afirmó una fuente espacial rusa citada por Ria Novosti.
"Según datos precisos, debido a anomalías del cohete Proton y del bloque propulsor, tres satélites Glonass-M cayeron en una zona del océano Pacífico apartada de las rutas marítimas, a unos 1.500 kilómetros al noroeste de Honolulu, el centro administrativo del estado de Hawái", afirmó esta fuente a la agencia. "No hay víctimas ni daños", aclaró.
Los tres satélites de tipo Glonass-M, que pesan 1,4 toneladas, debían completar la constelación del sistema concebido por Rusia para rivalizar con el de navegación estadounidense GPS y el futuro sistema europeo Galileo.
"El fracaso de la puesta en órbita de estos satélites aplaza por un tiempo indefinido la terminación del dispositivo de satélites", afirmó a la agencia Ria Novosti un representante del ministerio de Defensa.
Fuentes del sector espacial ruso habían afirmado que su puesta en órbita fracasó al desviarse la trayectoria del lanzador Protón, que despegó el domingo del cosmódromo de Baikonur (Kazajistán).
"Según datos preliminares, el cohete Proton que había despegado de Baikonur tomó una trayectoria errónea", afirmó una fuente citada por Interfax. "Como consecuencia, el bloque propulsor no pudo poner los satélites en la órbita prevista y cayó con ellos en la atmósfera", añadió.
Una vez desprendido del cohete Proton, el bloque propulsor con tres satélites debía colocarlos en órbita a unos 20 kilómetros de la Tierra.
El ministerio de Defensa ruso aseguró el domingo que este fracaso no pone en entredicho el funcionamiento del sistema que ya fue instalado. "Hay hoy en la constelación Glonass veintiséis satélites, dos de ellos de repuesto. Esta configuración permite cubrir completamente el territorio de la Federación de Rusia", señaló el ministerio citado por Interfax-AVN.
Este fracaso constituye no obstante un revés para Rusia. El primer ministro Vladimir Putin convirtió el desarrollo del sistema Glonass en un objetivo estratégico para garantizar la independencia tecnológica de su país.
Putin anunció en abril que Rusia lanzaría en 2010 siete nuevos satélites Glonass, que permitirían cubrir "todo el territorio del planeta" elevando a 27 ó 28 el número de aparatos operacionales.
El primer ministro afirmó entonces que Rusia gastaría en estos lanzamientos 1.700 millones de rublos (40 millones de euros) en 2011, tras 2.000 millones de rublos en 2010 y 2.500 millones en 2009.
Roskosmos, la agencia espacial rusa, afirmó en 2008 que Venezuela y Cuba podrían adoptar en el futuro el sistema de navegación ruso.