Los uruguayos empezamos a responder a Censos 2011

Este jueves comienza el trabajo de campo de Censos 2011. Es la principal operación estadística del país y servirá para actualizar el conteo de población, además de obtener datos básicos sobre los hogares, el nivel educativo y la situación laboral de las personas. Las novedades de esta edición son que se realizará a lo largo de un mes e incluirá preguntas sobre ascendencia racial, discapacidad y uniones libres hetero y homosexuales.

Actualizado: 01 de setiembre de 2011 —  Por: Redacción 180

Los uruguayos empezamos a responder a Censos 2011

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A lo largo del mes, más de 7.315 censistas capacitados e identificados recorrerán el país recolectando información en teléfonos celulares inteligentes, prestados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística. Además hay 729 jefes desplegados en el territorio para coordinar a quienes realizan el trabajo de campo. El costo del operativo es de 280 millones de pesos, el 85% destinado a la remuneración de los censistas. Cada uno percibirá en promedio unos 12.000 pesos.

Desde el año 2007 se viene trabajando en el diseño de este censo. En 2010 hubo que postergarlo un año más porque las autoridades del Instituto Nacional de Estadística reconocieron que no llegaban con el equipamiento tecnológico y de sistemas necesario, además de con la capacitación al personal.

Lidia Meléndrez, subdirectora de la Unidad Censo 2011, explicó a No toquen nada (Océano FM) que en realidad se realizarán tres censos simultáneos, el tradicional de vivienda, hogares y personas, uno de domicilios y hogares, y otro urbanístico para relevar aspectos de infraestructura de las ciudades como iluminación, garitas de ómnibus, bajadas de discapacitados, etcétera.

La entrevista con el censista llevará un promedio de 10 minutos por cada persona censada. Por ejemplo en un hogar con tres integrantes se estima que visita dure entre 25 y 30 minutos. En cada casa o local deberá estar un “informante calificado” que conteste las preguntas por todos los que residan allí.

La entrevista debe ser personal. No puede ser a través de portero eléctrico aunque sí se puede hacer a través de una reja o una ventana. “No es necesario que el censista entre al domicilio”, dijo Meléndrez. Está previsto que en caso de no encontrar a nadie en la casa, el censista visite hasta tres veces el domicilio dejando una nota con sus datos para coordinar la entrevista.

El censista puede llegar entre las 8 y las 20 horas de cualquier día de la semana, incluso sábado y domingo.

En caso de no lograr concretar una entrevista, hay una multa prevista.

Novedades en el formulario

Como un censo “no puede abarcar todo” y “cada pregunta que se incluye incrementa los costos”, en 2009 el INE hizo una consulta para que la gente sugiriera preguntas y cuál sería la utilidad de la información. De allí surgieron algunas de las novedades que integran la consulta de este año.

La consulta acerca de las uniones libres surge de una nueva conformación de las familias. “Viendo que la familia y la conformación de los hogares ya no es la tradicional, hay núcleos familiares secundarios, hay nuevas formas de unión que no son las de antes, el censo tiene que reflejar esos cambios”, explicó la jerarca. Agregó que la inclusión del tema de las uniones libres del mismo sexo es importante, sobre todo, “desde el punto de vista de los derechos”.

También se preguntará por ascendencia racial, algo en la Encuesta Continua de Hogares se viene haciendo desde 2006. Se pregunta por ascendencia “afro o negra”, “asiática o amarilla”, “blanca”, “indígena” u “otra”. Puede ser más de una y se pregunta cuál es la principal. A esa última pregunta “se puede responder ninguna porque cuando hicimos el censo piloto tuvimos alguna serie de rechazos cuando la persona declaraba más de una ascendencia. Algunas personas entendían que le estábamos diciendo que alguna era más importante que la otra. No era ese el sentido pero agregamos una categoría para cuando la persona no considera que no ninguna principal”, explicó Meléndrez.

Los datos siempre se recaban a partir de lo que dice la persona, no incide la percepción del censista. Así, si un rubio de ojos celestes dice tener ascendencia negra deberá registrarse esa ascendencia. “El criterio es de autopercepción. Es lo que la persona sienta, no es solo una diferencia fenotípica, hay temas de cultura, de las creencias de las personas”, afirmó. “Es autoidentificación”, agregó.

El nombre

Uno de los aspectos polémicos del formulario es la inclusión de una pregunta sobre el nombre del entrevistado. Incluso hay campañas en internet para que la gente no dé ese dato. Sin embargo, Meléndez aclaró que es un dato que se toma para ordenar la entrevista pero que no se tiene en cuenta al procesar la información.

“Pedimos el nombre a los únicos efectos de ordenar la pregunta porque todas las relaciones de parentescos se vinculan a la persona que yo definí como jefe, jefa, o de referencia. El apellido ni siquiera es necesario cuando el nombre no se repite dentro del hogar. Se puede decir el nombre de pila o un apodo”, explicó.

El dato también importa porque luego del censo se hace una encuesta de cobertura para controlar cómo se desarrolló el censo. Eso se hace en 14.000 hogares que se vuelven a visitar y al hacerlo se debe tener el nombre del referente que contestó las preguntas durante el censo.

“Una vez que los datos son transmitidos y entran a la base de datos, la variable nombre es eliminada porque no nos sirve para nada”, afirmó Meléndrez.

La mayoría de las dudas sobre el censo se pueden evacuar en el 0800 1520 (*1520 desde el celular). Allí también se puede corroborar que quien golpee la puerta sea efectivamente un censista, en caso que la persona tenga dudas.

También hay información en la página del INE.