El ingreso de jubilados y pensionistas al Sistema Nacional Integrado de Salud está planificado gradualmente hasta el año 2016 y tendrá un costo de 400 millones de dólares. “Es un esfuerzo importante, que está destinado a un sector de mujeres y de hombres mayores de 65 años que es vulnerable y que tiene la necesidad de tener una cobertura de salud importante. Tanto es así que la salud es el 100% de nuestra calidad de vida”, afirmó.
La diferencia que mantienen los jubilados con el gobierno es en los tiempos. “Los tiempos que da el gobierno, no son los mismos tiempos que tenemos nosotros los jubilados y pensionistas. El BPS informa anualmente que el promedio de jubilados y pensionistas fallecidos anual es entre 18.000 y 20.000. Nosotros no dramatizamos, solo utilizamos los datos de la realidad para hacer un planteamiento objetivo sobre lo que vivimos”, sostuvo.
Amaro reconoció que esto “es natural en la franja etaria que están recorriendo”, pero puso un ejemplo de la situación que les toca vivir y que pretenden que cambie. “Si doña María hoy tiene una situación de salud complicada y no tiene la atención debida, va a ir de mal en peor. Y su estado físico se va a ir deteriorando más que si estuviera atendida integralmente. A veces, una pequeña cuestión que puede afectar nuestra salud y que no atendemos porque no tenemos plata se va agravando y cuando recurrimos a atenderla el problema está muy avanzado”, afirmó.
El director del BPS señaló que son varios los motivos por los cuales deberían ingresar. Entre ellos porque el periodo de este gobierno finaliza en 2014 y es esta fuerza política la que impulsa la reforma de la salud. “Tenemos un buen diálogo con el gobierno y las discusiones están planteadas con hincapié en esta dirección”, sostuvo.
