El hombre del martillo en la subasta de Pluna

La subasta de los aviones de Pluna será la más cara en la historia del país a nivel público en caso de concretarse. Mario Stefanoli, presidente de la Asociación de Rematadores del Uruguay, será el martillero del remate. Así contó a 180 cómo se prepara y qué pasará con la comisión de, al menos, 835.000 dólares que recibirá si los siete aviones bombardier se venden.

Actualizado: 26 de agosto de 2012 —  Por: Emiliano Zecca

El hombre del martillo en la subasta de Pluna

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Mario Stefanoli estará a cargo de un remate atípico para el Uruguay porque contará con una segunda subasta a la baja si la venta no se hace en la primera. Aunque, él confía en que no será necesario.

La primera subasta al alza será el 12 de setiembre y tendrá una base de 136.885.156 dólares. Este monto es el equivalente a las deudas mantenidas por Pluna S.A con Te Bank Of Nova Socia por la garantía de las aeronaves.

La comisión para el rematador será de un 0.5% más I.V.A. Esto significa que si la venta se realiza simplemente con el precio base, se lleva 835.000 dólares.

Ese dinero se dividirá entre todos los rematadores inscriptos para la subasta, que tienen tiempo de anotarse hasta este lunes en la Asociación de Rematadores, Tasadores y Corredores Inmobiliarios. "Todos van a percibir lo mismo por concepto de comisión de venta. Esto nos da la posibilidad de que un número importantísimo de profesionales participen en esta subasta, es un beneficio para la profesión de los rematadores y es una forma de jerarquizarla", señaló.

Los rematadores inscriptos tienen que estar a la orden para trabajar en lo que se les requiera. Según lo estableció el Fidecomiso, podían anotarse aquellos que están en el registro nacional, integrado por el Ministerio de Trabajo, la Suprema Corte y Asociación de Rematadores del Uruguay.

A cada rematador se le fijó un día para inscribirse de acuerdo al número de su matrícula. Se calcula que serán más de 400, lo que implicaría unos 2.000 dólares para cada uno.

Stefanoli fue electo, primero, por la directiva de la Asociación que preside y luego se aprobó su designación por asamblea. "Para mí es una gran responsabilidad porque tengo atrás un gran número de rematadores designados que van a ser representados por mí. Por otro lado, de concretarse la subasta en cualquiera de las dos opciones, probablemente estemos hablando de la venta en subasta pública más importante de la historia del país", dijo.

Una subasta "atípica"

Las bases de la subasta se dieron a conocer a principio de este mes, luego de que se habilitó por la ley 18.931 votada en el Parlamento.

Esta semana, el Ministerio de Economía y Finanzas publicó el decreto que establece las condiciones. Entre ellas, que el adquirente de los aviones podrá solicitar los permisos para operar las frecuencias de Pluna, guardadas gracias a la ley.

Una condición para esto será la incorporación de, al menos, 250 ex trabajadores de Pluna SA.

También se podrá requerir que el Estado uruguayo sea garante del financiamiento por la adquisición de las aeronaves. Esto pasará si el adquirente aplica las frecuencias a una empresa de bandera nacional y la garantía del Estado no podrá superar el 75% del precio de la adquisición de las aeronaves en la subasta.

Los interesados podían obtener información técnica si se registraban en el Fideicomiso. Para eso tenían que pagar cinco mil dólares más IVA.

Stefanoli cree posible que la venta se realice en la primera subasta al alza y dijo que es un remate particular. "Son siete aviones bombardier que tienen un valor muy importante. Todos los conocemos, mucha gente habrá volado en ellos y sabemos que son aeronaves modernas. Por ende, hay que manejarse con cautela en lo que respecta a los comentarios durante el remate, porque probablemente el conocimiento que tengan los compradores de lo que se está subastando sea total. Entonces, simplemente hay que generar un ambiente de puja y que se pueda recibir más de una oferta. Eso va a motivar la venta y a lograr el mayor precio posible", sostuvo.

En el pliego se establece que si la subasta se declara desierta, se realizará una subasta a la baja (a la holandesa) con un piso de 100 millones de dólares.

Stefanoli dijo que esto da más posibilidades de tener una subasta exitosa. "Tenemos esa segunda instancia atípica para el país, pero que no deja de ser una forma de venta, que es usada en Europa. Frente a una determinada oferta del martillero, se toma la oferta y resulta adjudicatario de los bienes quien levanta la mano primero", sostuvo.

Qué pasa si nadie oferta

En caso de no haber oferentes, la subasta se declarará desierta y se buscarán otros caminos, como lo establece la ley aprobada en el Parlamento.

El presidente de la comisión de Transporte, el senador Daniel Martínez, explicó a No toquen nada que "se mantiene la transparencia absoluta". "Volvemos al Parlamento y veremos que hacemos, las posibilidades son miles, desde que el Estado asuma hasta que decida poner a la venta individualmente los aviones", señaló.

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