Tras evaluar 26 autos populares comercializados en Latinoamérica en sus versiones más básicas, el Latin-NCAP vuelve a concluir este año que los autos vendidos en América Latina están 20 años atrasados respecto a los países industrializados.
Este año se testearon ocho autos: Jac J3, Renault Sandero y Fluence, VW Bora y Polo, Honda City, Toyota Etios y Ford New Fiesta.
Los resultados se presentaron en Buenos Aires la semana pasada. Los autos son chocados de frente a 64 kilómetros por hora contra una barrera deformable. El ensayo representa una colisión frontal entre dos vehículos que viajan a 55 kilómetros por hora al momento del choque.
El Renault Sandero y el Jac J3 obtuvieron los peores resultados. El Jac J3 obtuvo una estrella a pesar de contar con dos airbags. “Esto indica claramente la vital importancia de la fortaleza de la carrocería en la protección de los ocupantes en caso de choque", sostuvo el informe del Latin-NCAP-.
El Sandero también obtuvo una estrella debido al desempeño de su carrocería así como a la falta de airbags.
El informe de Latin-NCAP señala que “es un resultado decepcionante de Renault, un fabricante con buena reputación en Europa en términos de seguridad”. Además, “el fabricante es capaz de ofrecer algo mucho mejor como se aprecia en el otro modelo testeado”, el Fluence, que recibió cuatro estrellas para la seguridad de los pasajeros adultos.
El ingeniero Alejandro Furas, director técnico del Latin-NCAP, dijo que las versiones latinoamericanas de los autos europeos vienen con menos equipamiento de seguridad y también con estructuras más débiles. El Renault Sandero se vende en Europa bajo la marca Dacia Sandero y es un ejemplo de que el mismo vehículo que uno ve, no es igual de seguro. Otro ejemplo es el Nissan Mach, que se testeó el año pasado y que en Europa se llama Micra. "En Europa se lo compra con airbag frontal, de cortina y lateral, más abs y efc que es el control electrónico de estabilidad. Se paga cerca de 10.600 euros, en Latinoamérica comprás un auto de peor desempeño y en Colombia o Uruguay pagás lo mismo", señaló.
Según los ensayos que se realizaron en estos tres años, las diferencias se pueden explicar en que se usen aceros de peor calidad, que el fabricante decida remover algunos refuerzos o que, a veces para ahorrar y a veces porque el fabricante no se entera, falla la soldadura.
Otro punto que también preocupa es la falta de estándares internacionales y la ausencia de laboratorios de testeo de vehículos en la región que hacen difícil la comprobación de la calidad de los autos durante todo el período de fabricación, no sólo al comienzo de su producción.
Caída de un mito
Un mito que cayó en los ensayos de este año es que los elementos de seguridad son sólo para los autos de alta gama. Furas dijo que este año se demostró que es posible fabricar autos seguros en América latina en segmentos competitivos.
Cinco autos obtuvieron la calificación de cuatro estrellas -en un máximo de cinco- (Ford Fiesta, Honda City, Renault Fluence, Toyota Etios y VW Polo) por la combinación de su fortaleza de la estructura, los airbags y los cinturones de seguridad.
Seguridad en niños
En los años anteriores los resultados de los ensayos sobre la seguridad para los pasajeros niños demostró ser baja. Este año por primera vez dos modelos (el Honda City y el Ford Fiesta) obtuvieron cuatro estrellas para la protección infantil.
Para realizar el ensayo, Latin-NCAP pide al fabricante que elija e instale un sistema de retención infantil para un niño de 18 meses y otro para un niño de 3 años.
Furas explicó que el sistema de retención Isofix, unos ganchos especiales que vienen en el auto para colocar la sillita, marcó la diferencia en los mejores resultados.