…Hoy es el último día/
Es el domingo más triste/
Culmina la bacanal/
Dios Momo se va a invernar/
En su cueva de alegría/
Tenemos que despedirnos/
Hasta el otro carnaval
Los alienígenas
Las mujeres, los homosexuales y los emos son para el carnaval seres extraterrestres a los que se puede imitar, burlar, aconsejar y hasta diseccionar en una mesa de operaciones, como en el experimento Roswell.
No soy una defensora de las cuestiones de género, incluso muchas veces disiento con este tipo de bandera. Por mi manera de vivir el ser mujer, no suelo ofenderme con facilidad cuando me mandan a lavar los platos, si no que siento una profunda pena por la pobreza de la persona que lo hizo. Sin embargo, este carnaval llegué a enfurecerme por algunos contenidos y planteos de los espectáculos. Sólo como ejemplo, traigo el cuplé de las mujeres de Japilong. Toda la murga disfrazada burdamente gritando e insultándose, haciendo de un grupo de histéricas, malas amigas y machodependientes.
Los homosexuales son blanco histórico de los febreros. De un tiempo a esta parte, se ha agregado a la habitual defenestración del “marica” un entrevero conceptual increíble: es lo mismo el gay que el travesti y el transexual. Y Abigail Pereira entra en cuanto chiste sexual, y hasta no sexual, se haga sobre las tablas. El casamiento de Piazza, un modisto argentino desconocido salvo para quienes miran Intrusos periódicamente, forma parte de la propuesta de Asaltantes con Patente sólo porque tiene el mismo apellido que el dueño de la murga. Y porque es homosexual, obviamente. Del texto destaco cuando se le dice a Piazza “sentate en el pelado”, aludiendo a un integrante calvo de Asaltantes.
En la otra punta del espectro, hay retratos respetuosos y divertidos de estos tres grupos. Queso Magro hace el cuplé de las mujeres de la murga sin disfrazarse, solamente tienen una maceta con una flor en la mano. Con este simple accesorio y una gestualidad delicada y sobria, alcanza para verlos como féminas. El texto también ayuda en este sentido, la gracia está en mostrar novias enojadas, frustradas, volátiles pero que, en algún punto, tienen razón.
Al pueblo lo que es del pueblo
Hay una predilección especial por incluir historias de personajes populares famosos. En mi punto de vista, son como los “que llegaron” partiendo de la cultura popular, del barrio, de la humildad. Es una suerte de homenaje autorreferente, porque se destaca la vida de los emergentes, son los artistas amateurs – igual que los carnavaleros- que lograron llegar al éxito de la profesión y al reconocimiento.
En este carnaval, entre otros, apareció Romeo Gavioli en Yambo Kenia, Carlos Páez Vilaró en Zíngaros y Carlos Solé en Nazarenos. Estos dos últimos conjuntos que nombré tuvieron una competencia feroz por el primer premio de su categoría, que se vio en el resultado, ganaron los Zíngaros por apenas tres puntos.
Cuando los parodistas encaran este tipo de relato de vidas buscan la emoción del público con herramientas que por momentos se vuelven hasta cursis. Puestas en escena, canciones y actuaciones rimbombantes, ampulosas y teatrales provocan casi siempre el efecto buscado: los espectadores carnavaleros estallan en aplausos y gritos cuando llega el gran final. Sin embargo, en el caso de Zíngaros y Nazarenos, detecto algunas diferencias formales y de gustos. Los primeros disparan tiros efectistas sin cesar, como si fueran una metralleta apuntando a la sensiblería. Carlos Paéz Vilaró fue las tres ruedas al Teatro de Verano, y “Pinocho” Sosa interpretándolo bajó a la platea en las tres oportunidades, se salió de su personaje y se fundió en un abrazo con él. Demasiado para mí, un momento emocionante para muchos otros. En cambio Nazarenos obvió la presencia de la familia Solé en el Teatro y se dedicó a hacer su actuación.
Por otro lado, en el concurso también se señala, desde el presentador, a cuanto político, integrante del gobierno o personalidad mediática se encuentre en la platea. Los conjuntos que interpretan a alguno de ellos avisan de su presencia desde el escenario. Asaltantes con Patente hizo a Glenda Rondán y Colombina Ché a Daisy Tourné, en un logrado trabajo del actor Agosto Silveira. Allí estaban las dos, mirándose en el espejo de las murgas con cara de satisfacción. Ya no sé si eso es capacidad de reírse de sí mismo o demasiado ego.
Cuando el ministro Álvaro García fue al Teatro de Verano a ver a La Cofradía, para la cual escribió la presentación, las cámaras lo buscaron permanentemente, incluso más que a la propia murga que estaba presentándose. Parecía que el espectáculo estuviera allí, y no donde realmente estaba.
Faltas graves
El concurso del carnaval 2009 se despidió con un par de hitos negativos en su haber. El primero y más grave fue el plagio de José “Catusa” Silva, del cual ya hablé extensivamente. Sólo me queda agregar que me enteré por una fuente que el tema está en Agadu, donde supuestamente Silva presentó un libreto modificado. Si el plagio se constata en esta asociación, podría haber consecuencias penales para el dueño de Araca la Cana.
El otro fue el error informático que llevó a irregularidades importantes en el pasaje a la liguilla. Demimurga pasó sin ocupar el lugar de nadie, pero sin tener uno propio tampoco. Por encima de ella, estaban Japilong y Todavía no se sabe con mayor puntaje. Los que se quedaron sin tercera rueda fueron humoristas Los Carlitos, que debían ocupar el cupo de parodistas Crazy´s. Los Carlitos recibirán una compensación económica y el año que viene, por haber pasado a las instancias finales, no deberán realizar prueba de admisión.
La lista de Joaquín
En un modo sabinesco, voy a terminar intentando ejemplificar el por qué de mi renovación anual de los votos de la religión del dios Momo. Por ser como es, el carnaval produce en mí sentimientos encontrados de amor y odio. Con probables olvidos, aquí van las razones del amor en el 2009.
Los brillantes bailarines de revistas Nuevo Milenio, Carambola y La Compañía
Las actuaciones con a mayúscula de autodidactas a pura intuición y transpiración como Walter “Cucusú” Brilka en Zíngaros, Diego Bello en A Contramano y Aldo Martínez componiendo magistralmente a Solé en Nazarenos.
Las baterías de murga de Asaltantes con Patente, la Gran Muñeca, La Cofradía.
El despliegue visual de Curtidores de Hongos, Sarabanda, Serenata Africana, La Compañía.
Las interpretaciones corales y solistas de Mariel Barbosa en Sarabanda, Ximena Kornecki en Queso Magro, Asaltantes con Patente, La Cofradía, A Contramano.
La entrega grupal demoledora y “de vida o muerte” de parodistas Zíngaros y murgas La Gran Muñeca y Curtidores de Hongos.
Las personalidades colectivas increíblemente honestas y singulares de murgas Queso Magro y La Mojigata y de humoristas Los Choby´s.
El honor de tener la oportunidad de disfrutar un año más a Kanela, el señor del candombe, desplegando su magia en puntas de pie sobre el escenario.
Hoy se cierran los tablados/
Y se apagan las guirnaldas/
Hoy se guardan los disfraces/
Y se borra el pizarrón.
Ahora sí, se terminó. Y todo lo que pasó, los enojos, las frustraciones, la alegría, los éxitos y los fracasos se guardan hasta fin de año, cuando el ciclo vuelva a empezar una vez más. Y ahí estaré, junto a muchos más, esperando ser sorprendida, emocionada, ofendida, martirizada, alegrada, aburrida, maravillada, enojada, sensibilizada, instruida, colmada por el carnaval.
Nos vamos/
Que nuestras lágrimas rieguen flores de esperanza/
Y ese llanto/
De añoranza germine en marcha triunfal/
Para volver en febrero a cumplir/
Esta promesa/
Falta y Resto a la tristeza/
Hasta el otro Carnaval
Nota: Agradezco las colaboraciones voluntarias e involuntarias para el pienso y la realización de mis columnas de Federico Graña, Martín Couto, Laura y Mabel Hopenhaym, Guzmán Ramos, Gabriela Freire, Jorge Hirigoyen, Cecilia Scheps y varios componentes, letristas y directores de conjuntos de carnaval.
Las opiniones vertidas en las columnas son responsabilidad de los autores y no reflejan necesariamente posiciones del Portal 180.