Agresora de Tania Ramírez se entregó y dijo que no es racista

Una de las jóvenes que participó de la agresión a la activista afrodescendiente Tania Ramírez se entregó a la policía. La mujer dijo que tiene miedo de ir presa y afirmó que no es racista. "Si vos te peleás con alguna persona la insultás, a veces los insultos... si es gorda y vos le decís gorda, sale. Es una pelea. Ella nos trató de changos a nosotros", declaró a Subrayado.

Actualizado: 29 de enero de 2013 —  Por: Redacción 180

Agresora de Tania Ramírez se entregó y dijo que no es racista

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La joven que se entregó a la policía es Jimena, tiene 18 años y ahora es morocha. Pero en la noche de la agresión a Tania tenía el pelo de color naranja. Según dijo, se cambió el color porque tiene miedo. "Me desperté al otro día, vi la televisión y no entendía nada", señaló.

La mujer contó que "no podía creer cuando se dijo que fue una agresión racial". "No soy racista, si vos te peleás con alguna persona la insultás, a veces los insultos... si es gorda y vos le decís gorda, sale. Es una pelea. Ella nos trató de changos a nosotros", señaló. "Yo tuve una pareja negra y salí con más chicos de color. Me entrego porque no soy racista y esto tiene que parar. Hicieron propagandas en la televisión, no soy una gurisa que anda revolcándose en una esquina de los pelos con nadie. Mi familia me educó bien y yo me torcí sola, pero lo que pasó ahí, la pelea nació por su insulto", agregó.

Según contó la joven, la pelea fue por un taxi y además dijo que Ramírez las insultó. "Las dos lo paramos y el taxi me paró a mí. Cuando nos subimos, ella grito que a nosotros nos paró porque éramos changos. Eso nos ofendió y por eso empezó la pelea. Éramos cuatro, una no estaba adentro del taxi todavía. Había un hombre que estaba con ella que escupió en la cara a una de las que estaba conmigo", sostuvo.

La mujer dijo que tiene miedo de ir a la cárcel y que es la primera vez que le pasa algo así. "No sé qué va a pasar, desde ese momento no sé más nada de las demás, eran compañeras, ese día pintó ir al baile y fuimos. Pensé que iba a quedar ahí, hoy en día todo el mundo se pelea y queda todo ahí, son peleas callejeras. Esto no fue racismo, mucha gente se pelea en la calle y nunca pasa nada, y ahora yo soy racista. No va en el color de piel de la persona, a mí no importa si ella tiene ese color, si es flaca o gorda. A mí ella me trató de chango y yo gracias a Dios nunca tuve que hacer eso, mi familia siempre me dio todo, tengo una buena familia, el barrio no importa. Nuestra casa es nuestro mundo", expresó.

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