Sobre las 20 horas de Uruguay, Mujica comenzó su discurso. “Soy del sur, vengo del sur, esquina del Atlántico y del Plata”, dijo el presidente. Aludió a la historia portuaria, de cueros, tasajos y lanas del país. También a las “décadas púrpuras” y consideró que “la socialdemocracia se inventó en Uruguay”.
Se refirió a su pasado guerrillero. Dijo haber sido “un muchacho que quiso cambiar su época y su mundo tras un sueño de una sociedad libertaria y sin clases”. “Mis errores son hijos de mi tiempo”, afirmó.
Al decir cómo llegaba a la Asamblea General de la ONU, el mandatario uruguayo repasó las prioridades regionales en su agenda. Señaló que carga “inequívocamente con los millones de compatriotas pobres de América Latina”, “con las culturas originarias aplastadas”, “los restos del colonialismo en Malvinas”, “los restos del bloqueo inútil” a Cuba y “las consecuencias de la vigilancia electrónica que no hace otra cosa que sembrar desconfianza”.
También habló de luchar “por la patria para todos y para que Colombia pueda encontrar el camino de la paz”.
Luego Mujica volvió a referirse a una línea argumental que ha repasado en varios discursos ante foros internacionales y en sus audiciones radiales. Dijo que “el dios mercado organiza la economía y la política”, haciendo que parezca “que hemos nacido para consumir”.
Dijo que el mundo actual vive “una cuenta regresiva contra la naturaleza”. “Si aspiráramos en esta Humanidad a consumir como un americano promedio son precisos tres planetas para vivir”, dijo Mujica. “Nuestra civilización montó un desafío mentiroso”, agregó.
Para Mujica, “la política quedó engrillada a la economía y al mercado” mientras “se entretiene luchando por el gobierno”. “El mundo requiere a gritos reglas globales que respeten los logros de la ciencia”, consideró el presidente. “Sería imperioso lograr consensos planetarios para ayudar a los más oprimidos, castigar el despilfarro”, agregó.
“Creo que es muy difícil inventar una fuerza peor que el nacionalismo de las grandes potencias. La ONU languidece, se burocratiza por falta de poder y de autonomía, de reconocimiento y sobre todo de democracia hacia el mundo más débil que constituye la mayoría aplastante del planeta”, dijo Mujica.
“Necesitamos gobernarnos a nosotros mismos o sucumbiremos. No nos entretengamos remendando consecuencias”, concluyó. "Pensemos en las causas de fondo, en la civilización del despilfarro, en la civilización del use y tire que lo que está tirando es tiempo de vida humana mal gastado, derrochando cuestiones inútiles. Piensen que la vida humana es un milagro y nada vale más que ella. Que nuestro deber biológico es por encima de todas las cosas respetar la vida e impulsarla, cuidarla y procrearla. Y entender que la especie es nuestro nosotros", concluyó.