En contra de la corriente, el autor británico Michael Booth escribió un artículo en el que revela que no todo es color de rosas en los países escandinavos. "Tierras oscuras: la triste verdad tras el mito escandinavo" titula para The Guardian.
"Quería sacudir a los lectores del periódico del coma escandinavo en el que llevaban años sumidos", le dijo el autor a BBC Mundo. Y así fue ya que según la BBC, el artículo fue comentado por más de 3.000 personas y compartido más de 70.000 veces.
Aunque Booth vive en Dinamarca y está casado con una mujer danesa, desmitifica la idea de que en Escandinavia es el símbolo de la sociedad perfecta y equilibra la balanza relatando ciertas verdades que no son las que salen a menudo en la prensa.
"Hace unos diez años la gente en Reino Unido soñaba con tener una casa en Francia, en España o Italia. Pero entonces llegó la crisis, y la gente miró hacia Escandinavia porque vio allí una especie de vuelta a ciertos valores básicos: seguridad, confianza, y una sociedad un poco más simple y funcional, tanto estéticamente como a nivel de estructura. Hay una menor diferencia entre los ricos y los pobres, hay un mayor sentido de comunidad, una mayor cohesión social", aclara Booth.
Y a continuación cuenta que si bien según datos de la Organización Mundial de la Salud no hay ningún país escandinavo entre los diez con mayor tasa de suicidio en el mundo, son los que consumen más antidepresivos en todo el mundo; confirman cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Alude a las pruebas PISA para confirmar que las escuelas danesas no tienen excelentes resultados en comparación con los tan mencionados resultados sobresalientes de Finlandia.
Menciona que la mayoría de las muertes masculinas en Finlandia se relacionan con el alcohol y que Suecia es el país con mayor número de exportación de armas. Además, cita a Noruega para ironizar que es uno de los mayores exportadores de petróleo a la vez que defiende el cuidado del medio ambiente.
Booth refiere también a las condiciones climáticas del lugar, donde el frío y la oscuridad opacan el bienestar.
En lo que respecta a la política, el autor nombra al Fremskrittpartiet, coalición que gobierna en Noruega, “cuyos líderes en ocasiones han hecho declaraciones rayando la xenofobia, y son fuerzas políticas que tienen mucho poder ahora", describe y agrega que si bien los países nórdicos acogen un gran número de inmigrantes la segregación es evidente.
"La realidad en Dinamarca es que hay una brecha enorme entre Copenhague y el resto del país, que ha pasado a ser casi un reducto de gente mayor, desempleados e inmigrantes", ejemplifica a la BBC.