El conjunto de medidas "tendría un impacto sensible sobre la inflación esperada de los próximos meses", señala el informe. "Si bien no atacan los fundamentos o las causas del proceso inflacionario, permiten reducir los registros de precios de los próximos meses y de esta forma afectar las expectativas de inflación y la indexación salarial", agrega.
El Cinve considera que la poca eficiencia de la política monetaria en controlar la inflación (por su falta de potencia o por el mantenimiento de múltiples objetivos) provocó que se instrumenten "medidas que atacan los precios, es decir, los síntomas del desequilibrio, sin afectar la fuente del problema".
"El escenario previsto previo al anuncio de las medidas auguraba que la inflación global se ubicaría por encima del 10% entre abril y julio. En este sentido las medidas serían efectivas ya que una vez incluidas en el ejercicio de proyección la inflación durante los próximos meses se estabilizaría en torno a 9,5% para luego reducirse hacia fin de año y finalizar en 8,7% en diciembre de 2014 respecto al mismo mes de 2013. Si bien no se eliminan las causas, al menos disminuyen el malestar", señala.
El informe indica que la persistencia inflacionaria actual "no es causada ni por el alza de las tarifas en enero ni por las inclemencias climáticas de febrero", aunque aclara que estos fenómenos "agregaron algunas décimas a la medición".