Un socialista al frente del País Vasco

Un cambio histórico se concretó este martes en la capital del País Vasco, con la asunción como presidente del gobierno autónomo de Patxi López, el primer socialista en ese cargo desde que en 1980 entró en vigor el actual régimen constitucional.

Actualizado: 05 de mayo de 2009 —  Por: IPS

Un socialista al frente del País Vasco

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Por Tito Drago

A pesar de haber sido el más votado en las elecciones del 29 de febrero, el Partido Nacionalista Vasco debió dejar el gobierno que mantuvo a su cargo por tres décadas y pasar a ser de aquí en más la principal fuerza de oposición en el Parlamento de esa comunidad autónoma, una de las 17 que integran España.

La novedad en las últimas elecciones fue que, sumando sus votos, lograron la mayoría para elegir gobierno los dos partidos no nacionalistas, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que preside el gobierno de España y la principal fuerza de oposición, el centroderechista Partido Popular (PP).

Precisamente López fue investido presidente del Gobierno Autónomo Vasco con los votos a favor de esos dos partidos y en contra del PNV y de otros partidos minoritarios, en la sesión realizada en la sede del Parlamento regional este martes en Vitoria.

En la sesión, el dirigente socialista comenzó alegremente su exposición subrayando que en ese Parlamento no hay ningún diputado que apoye al terrorismo. Esto es así porque el Tribunal Constitucional ilegalizó a Acción Nacionalista Vasca y al Partido Comunista de las Tierras Vascas, dos fuerzas que reemplazaron al anterior partido etarra, Batasuna, también ilegalizado.

Al no poder presentarse a las elecciones, las fuerzas políticas de ETA (Euskadi ta Askatasuna, Patria Vasca y Libertad en vascuence) llamaron al voto en blanco o nulo, pero obtuvieron como respuesta apenas cinco por ciento de los votos, que poco más o menos es lo que sacó en comicios anteriores.

Pero lo que más podrá fortalecer al gobierno de López es la extrema debilidad que acusa ETA últimamente. La capacidad de ataque de este grupo terrorista, que mató a 859 personas en atentados desde su creación en 1968 hasta fines de 2007, ha bajado ostensiblemente ya desde el año pasado, cuando murieron por esas acciones las últimas cuatro personas.

El nuevo presidente del gobierno vasco, a pesar del debilitamiento creciente de ETA, aseguró que la lucha contra el terrorismo estará en la primera línea de su agenda, que empleará todas las fuerzas para hacerlo y que su objetivo será lograr una paz efectiva, lo que hará, aclaró, "con generosidad pero sin precio político".

Fuentes socialistas que pidieron no ser citadas dijeron a IPS que por "generosidad" se puede entender que podrá haber reducción de penas e incluso indultos si ETA hace caso al pedido de varios de sus miembros y de muchos de sus simpatizantes, reclamando que se abandone el uso de la violencia. Las mismas fuentes señalaron que López pondrá el acento en la acción política para reducir al máximo el apoyo que, aunque débil, todavía tiene el terrorismo etarra en algunos sectores. Eso se hará con campañas de comunicación, diálogo con asociaciones civiles y especialmente en los institutos de enseñanza de todos los niveles, concluyeron.

Horas antes de asumir la presidencia, el dirigente socialista afirmó en el parlamento que "la banda terrorista debe perder toda esperanza de alcanzar sus objetivos totalitarios, nunca va a destruir la Euskadi (País Vasco) que hemos puesto en marcha, pero su amenaza obliga a muchas personas, de muy distinto signo político y de colectivos diversos, a vivir protegidos de la amenaza terrorista".

Su predecesor en el cargo, el nacionalista Juan José Ibarretxe, fue particularmente crítico de López pese a la intención declarada de éste de dialogar y lograr acuerdos con todas las fuerzas políticas, encarar acciones como la revitalización y aplicación efectiva del Estatuto de Gernika, considerado la constitución del País Vasco, y de reclamar al gobierno de España la transferencia de más fondos.

Pese al llamado de López, Ibarretxe sostiene que el nuevo gobierno pondrá por delante los intereses generales de España y por debajo los del País Vasco. Según el ahora ex gobernante, el acuerdo del PSOE y del PP para designar presidente a López "es un intento serio para anular la identidad vasca". Recordó, además, que su partido logró más cantidad de votos que cualquier otro en las últimas elecciones autonómicas, sumandos cinco escaños más que los socialistas y 17 más que los populares. Pero estas dos fuerzas acumularon sus votos y lograron vencerlo, designando a López.

La ironía no estuvo al margen de la exposición del nacionalista, cuando dijo que "la política del PSOE con el apoyo del PP estará dirigida desde Madrid, pues ¿es posible aquí lo que es imposible en España?". Por ello les advirtió de que "nos tendrá enfrente quien pretenda desandar el camino recorrido, nos tendrá enfrente quien pretenda anular nuestra identidad y subordinar los intereses de Euskadi a los de España".

Sin embargo, Ibarretxe aclaró que, pese a oponerse a López, abandonará la vida política y se dedicará a otras actividades privadas, que no precisó cuáles serán.