Unos 388 millones de electores están convocados entre el jueves y el domingo a elegir para un mandato de cinco años a los 736 eurodiputados del Parlamento Europeo, en los mayores comicios transnacionales del mundo.
Dirigidos por el líder de extrema derecha Geert Wilders, el Partido por la Libertad (PVV) holandés obtuvo el 16,9% de los votos y cuatro escaños, por detrás únicamente de los demócrata-cristianos del primer ministro, Jan Peter Balkenende, con el 20%, tras el recuento del 92,1% de las papeletas.
Era la primera vez que el PVV se presentaba a los comicios europeos, con una campaña basada en el rechazo a la entrada de Turquía en la Unión, la denuncia de una "islamización catastrófica" de Europa y el deseo de "derrocar desde el interior" al parlamento de Estrasburgo.
La publicación de los resultados provisionales en Holanda violó las reglas europeas, que exigen que sean divulgados a la vez por los 27 países de la UE cuando cierren los últimos colegios electorales el domingo por la noche. La Comisión Europea afirmó el viernes que pedirá explicaciones a Holanda, al tiempo que estudiaba emprender acciones punitivas.
Tal y como se temía, la abstención marcó un nuevo récord en Holanda, una tendencia que amenaza con extenderse por toda la Unión Europea. Únicamente 36,5% de los electores holandeses acudieron el jueves a las urnas, frente 39,1% en los comicios anteriores de 2004.
En Inglaterra el primer ministro Gordon Brown reconoció el viernes por la noche que su partido laborista sufrió "una gran derrota" en las elecciones del jueves que combinaban europeas y locales, pero sin dar resultados precisos. Según una encuesta publicada el jueves por la mañana, el Partido Laborista llegaría tercero o cuarto, lejos detrás de los conservadores que obtendrían 26% y del Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP), que aboga por la salida de Gran Bretaña de la UE.
La participación ha caído progresivamente desde los primeros comicios en 1979, pese a los poderes crecientes que ha ido asumiendo el Parlamento Europeo, pronunciándose sobre asuntos que afectan la vida diaria de los europeos, desde el precio de sus facturas de teléfono hasta la duración de su jornada laboral.
Varios sondeos indicaron que la participación en los 27 países de la UE podría ser inferior al 45,6% de 2004.
Desde Luxemburgo, en una reunión de ministros europeos de Justicia, el titular español, Francisco Caamaño, admitió que las elecciones europeas "levantan menos pasiones que algunas que son más próximas al ciudadano", pero confió en que la participación de los españoles, que votarán el domingo, "sea aceptable".
Diecinueve de los 27 países de la UE votarán el domingo, en unos comicios en que los conservadores se mantendrán como primera fuerza del Parlamento, a la luz de las encuestas. Los socialistas seguirían en segunda posición, aunque podrían perder algunos escaños.
La balanza podrían desequilibrarla los partidos 'anti' - eurófobos, euroescépticos -, situados en los extremos políticos, tal y como parecieron advertir los resultados holandeses y el auge del Partido de la Libertad.