Durante siglos, dos clanes alienígenos-robot han estado en guerra. La segunda entrega de Transformers propone más dos horas de adrenalina dosificados en explosiones, las virtudes estéticas de Megan Fox, batallas inverosímiles, ciudades destrozadas y conjugaciones tecnológicas indescriptibles.
Una vez más, la batalla entre los Decepticons y los Autobots se da en la Tierra, y la clave para detener el conflicto late en Sam Witwicky –el mismísimo adolescente que suponía erróneamente que un auto es el elemento clave para conquistar a una chica-.
En Transformers II los Autobots (los robots liderados por Optimus Prime) han crecido en número y junto al ejército de los EE.UU. se dedican a cazar a los restantes Decepticons del globo. Para sorpresa de “los chicos buenos”, los gigantes mecánicos más guapos y retorcidos del universo no sólo han encontrado cómo reciclar a su emblema, Megatron, sino que tienen la clave para restaurar la vida en su planeta (detalle mínimo: en el proceso extinguirían la vida de la esfera celeste que habita cada una de las criaturas que suele ver a diario, estimado lector).

Esta secuela es un Caribeño1 de 35mm. Apuesta al exceso (de personajes secundarios, bronceado, enemigos) y se permite insistir en el humor -la asimétrica criatura conocida como John Turturro (Barton Fink) da cátedra- y en la subtrama de amor de sus jóvenes protagonistas.
Pero, a pesar de ser un combo agrandado, Transformes II funciona.
Transformers II ***
Acción-Aventura. 147 minutos, EE.UU., 2009
Dirección Michael Bay
Con Shia LaBeouf, Megan Fox, John Turturro, Ramón Rodríguez, Rain Wilson
PS: Si sigue sin entender como Shia LaBeouf (Control Total, Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal), el más imperfecto de los héroes de acción de la historia del cine clásico, continúa trabajando en este género, sume su firme y un comentario debajo de la columna.
PS II: Fanáticos: busquen el episodio de Robot Chicken en el que utilizan a los Transformers para hacer una campaña en contra del cáncer de próstata.
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