En Uruguay el 83% de los hogares tienen computadora y de ellos casi todos tienen internet (94%), según el Perfil del Internauta Uruguayo elaborado por Radar.
El interés por las computadoras de escritorio sigue bajando y aumentó el interés por dispositivos portátiles, sobre todo por las tablets.
Este interés por dispositivos móviles tuvo su consecuencia en el consumo de internet. Alain Mizrahi, de Radar, dijo a No toquen nada que “la gente se conecta desde cualquier lado con un celular, eso es un cambio importante en el último año”.
“Otra evolución muy notoria es la cantidad de smartphones: llegamos a 850.000 uruguayos que tienen un teléfono inteligente, y eso hace que la gente se conecte cada vez más desde cualquier lado, además de estar conectado desde su casa. La conexión desde un dispositivo móvil es el segundo lugar de conexión después desde el hogar, cuando hace seis años el segundo lugar era el ciber café, que hoy desapareció”, señaló.
La conexión desde móviles aumentó del 7% hace cinco años (2010) al 60% en 2014.
Lo que más hace la gente con el teléfono móvil es entrar a las redes sociales. Facebook es la red con mayor cantidad de usuarios. Además este año crecieron Twitter, Instagram y Whatsapp.
La tendencia en el aumento en los dispositivos móviles va a pronunciarse más teniendo en cuenta los dispositivos vestibles (relojes, ropa, etc).
Otra tendencia es el aumento de las horas que los uruguayos navegan en internet. En promedio se conectan 12.5 horas semanales (dos horas más que el año pasado).
La mayoría se conecta entre una y seis horas promedio semanales, pero hay un núcleo duro (23%) que se conecta 26 horas en promedio por semana, es decir, cuatro horas por día.
Si bien la encuesta no pregunta sobre la superposición de uso de medios de comunicación, Mizrahi dijo que estos usuarios consumen televisión por internet. “Es muy difícil imaginar que esas cuatro horas no estén sustituyendo otros medios, en particular la televisión”, señaló Mizrahi. “Desde YouTube hasta Netflix hay una enorme variedad de plataformas a través de las cuales la gente mira películas, y eso obviamente está sustituyendo otros medios más tradicionales”, agregó.
Datos abiertos, gobierno abierto
El gobierno está liberando bases de datos, sin interpretar, en formatos reusables. Existe un catálogo del estado de datos abiertos al que se puede acceder ingresando a datos.gub.uy
Además, el gobierno está facilitando el acceso a servicios o trámites a través de internet. De las aplicaciones más interesantes creadas este año está Por mi barrio (pormibarrio.uy), que es una web que permite hacer reclamos de roturas o problemas en Montevideo y comunicarlas directamente a la Intendencia.
Cada reclamo que se hace a través de Por Mi Barrio ingresa automáticamente al Sistema Único de Reclamos de la Intendencia.
Fernando Uval, coordinador del proyecto dijo que “el grado de efectividad no varía, es lo mismo que ingresar el reporte a través del buzón ciudadano o en la web de la Intendencia”, pero la diferencia es que “no solo yo me entero del problema sino de toda la ciudadanía, y además hace que el trámite sea más sencillo y amigable para el usuario”.
“La filosofía que está detrás es la que tiende el mundo entero, que es el mundo del conocimiento abierto, datos abiertos. A través de generar consciencia, tener información disponible, de poder evaluar cada uno la situación es que crecemos como personas y como sociedad”, explicó.
Internet de las cosas
La tendencia en Uruguay es conocida. Hay 3.4 millones de personas con 5.3 millones de chips conectados a internet. Más allá de que alguna persona pueda tener más de dos chips, los chips están conectando objetos.
Son bastante populares las lamparitas led conectadas a internet, que permiten ser reguladas con el teléfono celular y aprenden de los hábitos del dueño de casa. Por ejemplo, e prenden con una intensidad determinada a la hora de despertarse, se ponen más intensas a la noche, se apagan cuando se abandona la casa, etcétera.
Ramón Méndez, director de Energía del Ministerio de Industria, Energía y Minería, afirmó que el gobierno está evaluando aplicaciones para optimizar el consumo de energía eléctrica.
“Un aparatito en la red eléctrica le puede indicar al usuario cuándo conviene prender el lavarropas, porque es el momento en el cual el costo de la energía es el más bajo”, ejemplificó.
“Con mucho más impacto para el país puede ser el tema del riego: una determinada plantación puede precisar 50 horas de riego a la semana y nosotros de antemano, con las predicciones de viento, podemos decirle al productor que de las 50 horas de riego le conviene colocarlas entre las tres y las ocho de la mañana del martes, y después se corrige en tiempo real”, explicó.
“Todo se puede hacer de forma manual, que esté disponible en internet, pero también se puede hacer de forma automática por el cableado de la fibra óptica que llega a los hogares y mediante el internet inalámbrico en el medio rural”, agregó.
A raíz de la incorporación de los molinos de viento a la matriz energética el país puede tener excedente de energía a determinadas horas del día. El molino de viento genera electricidad cuando hay viento y esa energía que genera, si no se usa, no se puede acumular.
Si en el momento donde se da un aumento de la generación, también se da un aumento del consumo, ese consumo se podría cubrir con energía gratis, la energía sobrante. Esa energía se puede exportar o vender en el mercado interno a precios muy convenientes.
Méndez dijo que no se necesitan electrodomésticos inteligentes para ordenar que se enciendan cuando el valor de la energía sea más barato. “Una línea determinada dentro de la casa, conectada la posibilidad de recibir un mensaje de la propia red eléctrica -redes inteligentes-, directamente se enciende o no esa línea eléctrica por una orden que da la propia distribuidora, y no por una orden que da el electrodoméstico”, explicó.
Con base en un informe de Gabriel Farías para No toquen nada
