El 4 de agosto de 2014, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social multó a Créditos Directos por un valor de 3270 UR (100.000 dólares), la sanción laboral de mayor monto aplicada a una institución financiera, según publicó el sitio de la Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay (AEBU).
De acuerdo a dicho texto, en esa oportunidad, se habían detectados “situaciones que afectan el ejercicio de derechos fundamentales que menoscaban el efectivo desempeño de la actividad sindical”. Además, se probó que la empresa “desestimula la afiliación a través de la construcción de una cultura de la organización que asume como desvalor la actividad sindical”.
Ahora, AEBU volvió a denunciar a la empresa por “hechos similares que apuntan a la discriminación, a considerar a los funcionarios que están afiliados en un rango de menor derecho que el resto”, explicó a 180 Walter Tabeira, integrante del Consejo del sector financiero privado de AEBU.
Según el miembro del sindicato, las condiciones laborales varían para los empleados dentro de una misma sección dependiendo de si están afiliados al sindicato o no.
Tabeira indicó que se presentará un escrito más amplio que la última vez ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad social, el cual relata situaciones que “reflejan la conducta de la empresa ante el sindicato”.
Señaló que desde AEBU habitualmente presentan propuestas para diferentes alternativas sobre las condiciones laborales o salariales de los empleados.
Sin embargo, contó que “la empresa siempre ha optado por tener un enfrentamiento con el sindicato, lo que se refleja en este tipo de situaciones de ataque al mismo, al funcionario que es afiliado a diferencia del que no lo es, y también en la política general de la empresa, que es de hostigamiento al personal, en general”.
Agregó que de todas las empresas que tienen una organización sindical, Créditos Directos “es donde tenemos menos diálogo y relacionamiento”.
Tabeira indicó que no le sorprendió que se repitiera el hecho, ya que durante el extenso proceso de llevó la comprobación de la denuncia, “no hubo una baja de decibeles, un intento de buscar el acercamiento o la negociación”.
“Planteamos que no hay que tener una vocación de conflictividad permanente frente a los trabajadores, hay que llegar al dialogo, encausar las situaciones y que se deje de lado la persecución al sindicato”, apuntó.