"El decano de la morgue judicial le comunicó a la representante del Ministerio Público que en la muerte de Nisman no hubo intervención de terceras personas", dijo un comunicado de la fiscal Viviana Fein.
No obstante, la fiscal dijo que "espera de los resultados de un cúmulo de medidas probatorias destinadas a poder descartar cualquier otra hipotesis", indicó.
Una conmoción
Argentina quedó el lunes presa de un terremoto político por la muerte de Alberto Nisman, el fiscal que cuatro días antes acusó a la presidenta Cristina Fernández de "encubrir" a Irán en la causa por el atentado de 1994 contra la mutual judía AMIA en Buenos Aires.
La muerte de Nisman parece un "suicidio", dijo el secretario de Seguridad, Sergio Berni. La fiscal que lleva el caso pidió "prudencia" pero antes aclaró que murió por un solo disparo de un arma calibre 22, sin dejar cartas ni testigos del suceso.
El fallecimiento se anunció el mismo día en que Nisman debía comparecer ante el Congreso para explicar su denuncia contra Kirchner y el canciller Héctor Timerman.
La autopsia terminó después del mediodía pero la fiscal a cargo de esta investigación, Viviana Fein, dijo que en "las próximas horas" se conocerán más detalles.
"El disparo fue en la sien", reveló la autopsia, según adelantaron fuentes judiciales.
La mandataria ordenó el lunes desclasificar información de Inteligencia relacionada con la investigación del atentado solicitada por Nisman la semana pasada.
Israel lamentó la muerte del fiscal, calificado como "valiente jurista", y pidió a Argentina que prosiga con la investigación de la causa al igual que organizaciones judías en Argentina como la AMIA, DAIA y Centro Simon Wiesenthal.
Nisman, de 51 años, acusó el miércoles a Fernández, Timerman y otros allegados al Gobierno de haber tramado una "maniobra" para "encubrir" a Irán por su supuesta implicación en el atentado contra la AMIA que dejó 85 muertos y 300 heridos en 1994.
Dos años antes, el 17 de marzo de 1992, 29 personas murieron por una explosión en la embajada de Israel en la capital argentina.
Nisman había sido designado en 2004 por el fallecido expresidente Néstor Kirchner como fiscal especial para la causa AMIA, un año después de que un juicio fuera anulado por irregularidades en la investigación.
Ojo en la denuncia
Nisman, divorciado y padre de dos hijas, interrumpió sus vacaciones en España y viajó a Argentina la semana pasada para divulgar su denuncia.
El fiscal pedía que se indagara a la presidenta por haber favorecido la firma en 2013 de un Memorando de Entendimiento entre Argentina e Irán para poder interrogar a los acusados en un tercer país y avanzar en una causa estancada desde hace 20 años.
Además solicitó un embargo preventivo de bienes por unos 23 millones de dólares de Cristina Fernández, de Timerman y otros dirigentes vinculados al kirchnerismo como los piqueteros Luis D'Elía y Fernando Esteche.
El gobierno calificó a Nisman de mentiroso y atribuyó su actuación a una operación de los servicios de inteligencia.
Conmoción política
La diputada opositora Patricia Bullrich afirmó que "un fiscal muerto antes de dar un informe al Congreso en una causa donde hay terrorismo internacional me parece de una enorme gravedad".
Los precandidatos a las elecciones presidenciales de octubre, el alcalde de la ciudad, Mauricio Macri, y Sergio Massa -ambos de derecha-, reclamaron una investigación independiente.
El diputado del opositor PRO, el rabino Sergio Bergman, apuntó: "Si se suicidó o lo suicidaron termina siendo víctima de las circunstancias por la gravedad de lo que denunciaba".
Elisa Carrió, líder de la opositora Coalición Cívica, indicó que era "un asesinato" y que esta muerte "era previsible".
Acusación "vil"
El gobierno argentino había rechazado de plano el jueves la denuncia de Nisman que calificó de "vil".
El analista internacional, Atilio Borón, dijo a la AFP que en este caso "la primera víctima es el propio Nisman y su familia. La segunda víctima son los familiares de las víctimas del atentado, porque de nuevo una tragedia obstaculiza la investigación".
"Y el tercera víctima es el gobierno argentino", apuntó Borón.
Según el politólogo, los grandes medios "ya están diciendo como seguro "que está el gobierno detrás de esto".
Eso "es totalmente falso porque si hay algo que se sabe es que las pruebas que iba a presentar Nisman ante el Congreso no resistían el menor análisis".
El juez Ariel Lijo, que estaba de vacaciones hasta febrero, regresará de urgencia a Buenos Aires para investigar la denuncia de Nisman contra el Gobierno.
El gobierno ha defendido el acuerdo bilateral con Irán para investigar a los acusados de planificar el ataque. Cinco exfuncionarios iraníes, entre ellos un expresidente, actuales ministros y dirigentes religiosos locales, tienen pedido de captura internacional de Interpol por pedido argentino.
Desde marzo de 2012, se espera la fecha de un juicio contra el expresidente Carlos Menem (1989-1999) acusado de "encubrimiento agravado" de la llamada "conexión local", que dio la logística para perpetrar el atentado.
(AFP)