En la nota con The Washington Post, Dhiab dijo que las promesas que le hicieron no fueron cumplidas. Quiere su casa propia, traer a su familia de Siria y dinero para vivir con dignidad y comenzar un negocio.
Además, exige que Estados Unidos asuma su responsabilidad por haberlo encarcelado sin cargos durante más de una década.
En la nota cuenta que ya no acepta los 600 dólares por mes que recibe del gobierno uruguayo, que no va más al hospital y que empezará una huelga de hambre. "Voy a sentarme delante de la embajada de Estados Unidos", dijo.
El PIT-CNT dejó en manos del Servicio Ecuménico para la Dignidad Humana (Sedhu) el acompañamiento de los seis ex presos de Guantánamo. Fernando Gambera, encargado de relaciones internacionales del PIT-CNT, trabajó en el tema por la central sindical y participa de la transición con el Sedhu que está por terminar, según aclaró.
Con respecto a las declaraciones de Dhiab, dijo que nunca tuvieron un planteo de parte del exdetenido. "Nosotros no estamos de acuerdo con su decisión, pero él es un hombre libre", señaló Gambera.
Dhiab también generó polémica hace unos meses a raíz de declaraciones que hizo en Argentina. En esa nota afirmó que no sabía en qué condición estaba en Uruguay, si como refugiado o residente.
Gambera dijo a 180 que Dhiab ya comenzó los trámites para traer a su familia -esposa y tres hijos- y que el Ministerio de Vivienda le estaba acondicionando una casa. "Pero el traslado de su familia no depende solo de Uruguay, hay otros organismos como la Cruz Roja que tienen que definirlo", aclaró.
