180: Las encuestas vienen mostrando un escenario favorable a tu candidatura y lo más probable es que seas el próximo intendente de Montevideo.
Daniel Martínez: Veremos dijo un ciego.
180: ¿Imaginabas este escenario cuando lanzó la candidatura Lucía Topolansky, que parecía un rival más fuerte en la interna del Frente Amplio?
DM: Sigo creyendo que Lucía es una rival muy fuerte... Una contendora complementaria. Así nos hemos definido, somos candidaturas complementarias. Sigo creyendo que es una contendora muy fuerte y las encuestas dan una tendencia pero la única que vale es la del 10 de mayo. Creo que va a ser muy pareja la cosa, estoy convencido, por eso vamos a seguir trabajando hasta último momento, primero para conseguir votos para el Frente Amplio y después para fortalecer nuestra candidatura. Tenemos un montón de ideas, un montón de ganas de hacer cosas.
180: El Frente se encamina a una votación que puede llegar a ser histórica. ¿Qué importancia le das a la diferencia con el Partido de la Concertación?
DM: Creo que es una reafirmación de una sensibilidad de la ciudadanía, no solo de Montevideo sino también del interior. Para las nacionales se hablaba de caídas del 6, 7 u 8% en Montevideo y terminamos cayendo 2%, que igual es preocupante pero estamos lejos. En todo momento dije: estoy convencido de que si el Frente Amplio tiene inteligencia a la hora de solucionar el problema de las candidaturas, supera los traumas, los dolores de lo que pasó, que todo el mundo sabe hubo historia y hubo dolores en una parte importante de la ciudadanía, si se tuviera la inteligencia de superar eso, que para mí era una múltiple candidatura, el Frente gana, gana tranquilo. Que es lo que está pasando. Yo sentía que iba a ser así.
180: ¿Qué te aportaron estos cinco años más de experiencia en tu camino a la candidatura a la Intendencia?
DM: Yo tenía tres opciones: quedarme como senador, largar todo al diablo y dedicarme a la ingeniería, que me encanta y económicamente me recontra conviene, o seguir como senador, hacer algo de ingeniería y disfrutar del trabajo con la ciudadanía, el contacto con la gente. Opté por la tercera opción, soy un luchador nato de toda la vida, y siempre con la característica de hacer muchas cosas al mismo tiempo. Miro para atrás y yo qué sé, tenía 19 años y ya trabajaba hacía tres años, era militante clandestino hacía tres años, estaba casado, después tuve hijas, me recibí con 24 años con dos hijas. Siempre hice muchas cosas al mismo tiempo.
Tomé la tercera opción que es cumplir con mi tarea de senador, generalmente se mide el trabajo de un senador no solo por los discursos o las cosas que haga en cámara sino por el trabajo en comisiones, sobre todo cuando es presidente de comisiones. Yo creo que el senador que tuvo más presidencia de comisiones tuvo tres anuales en el periodo, yo tuve 10. Pero no me quedé con eso, me quedé con algo que me satisface mucho que es ver las realidades, recorrer todo el país, más de 152 localidades y algunas hasta 10 o 12 veces, y recorrer los barrios de Montevideo.
En más de 300 lugares de Montevideo estuve presente, siempre aclarando: soy medio atípico, el clientelismo es el cáncer de la patria, yo no soy demagogo, si uno consigue ayudar en un tema nadie me debe un favor de nada ni tiene que trabajar políticamente para mí, eso es indigno.
Aparte yo soy parte del Frente Amplio, sé que hay críticas para hacer y no se hace todo perfecto, tanto en el gobierno del Pepe como el gobierno de Ana, pero yo tomo las críticas para mejorar y no para pegarle a los compañeros. Pero creo que eso me aportó mucho, como senador también, estar en un mundo que nunca había estado, un mundo que es bastante ajeno a mi cabeza. Me aportó experiencia, manejo de situaciones de negociación, cosas que las hacía desde lo ejecutivo, negociar en el ámbito parlamentario es una realidad diferente. Y me aportó mucho el trabajo con la gente, ese contacto mirando a los ojos, mano a mano, a veces con 10 personas, a veces con cinco, a veces con 150. Conocer mucho el territorio, conocer las realidades. A veces la gente se impresiona, porque en todos lados llego y hay gente que me conoce. No te digo que conozco al 100% de Montevideo pero sé llegar a cualquier lugar de Montevideo sin GPS. He estado en muchísimos lugares, conozco gente y conozco los problemas. Eso te da proximidad con el ciudadano, siente que este no es un improvisado, no aparece cada cinco años a trabajar, estuvo trabajando los cinco años. Eso enriquece mucho. A mí esa política Topo Gigio, oídos grandes y ojos grandes, la verdad que me gusta.
180: En ese abanico de propuestas que tenés para la ciudad, ¿cuáles definirías como prioritarias en el área de la limpieza y el tránsito?
DM: Hemos estado trabajando en dos opciones integrales a esos dos temas. Ahora que está el carnaval de quién baja más el boleto nosotros hemos dicho que no, que nuestro trabajo es tratar de lograr que haya un sistema de transporte público que sea amigable, puntual, rápido, limpio, de amabilidad en la atención. ¿Cuál es el problema? No gracias al Espíritu Santo sino al acierto de las políticas del Frente Amplio, el país ha crecido más que el promedio de la región y el mundo, pero aparte ha distribuido la riqueza como nunca, lo que hace que cada vez más gente tenga su vehículo particular, sea moto o auto, con lo cual no hay ciudad que alcance. Por lo tanto hay que hacer el transporte público amigable, puntual, rápido, para que la gente deje de utilizar su vehículo particular y pase a usar el transporte público porque si no, no va a tener solución el problema. Ese es el tema de fondo. Ahí está el tema de las vías rápidas con el sistema BTR (Buses de Transporte Rápido) que generan un transporte amigable, rápido, confiable, limpio, todo eso. Esa es nuestra propuesta central.
En la limpieza tampoco inventamos nada. España, Alemania, Francia utilizan las plantas de preclasificación que permiten más disponibilidad de los camiones recolectores en los barrios, que permiten aprovechar el valor económico de la basura y permite hacer volumen.
180: ¿Qué obra destacarías en cuanto a la infraestructura de la ciudad?
DM: Las vías de transporte rápido implican inversiones porque para que realmente pueda ser rápido implican paso de nivel en varios puntos de la ciudad. Lugares donde se cruzan dos calles de flujo vehicular importante, una tiene que quedar al nivel de suelo y la otra por abajo o por arriba. Está todo lo que es la inversión global en el centro integral de control de tránsito de semáforos, la semaforización inteligente, están las cuatro plazas más que se suman a la de Casavalle y a la Líber Seregni de convivencia ciudadana y recuperar o crear 150 plazas de forma que en cada entorno de 20 o 30 manzanas, en cada barrio, haya una plaza de deporte. Ir avanzando gradualmente para tener más iluminación pero 100% led.
180: ¿Dan cinco años para hacer eso?
DM: Muchas cosas se van a empezar y están muy avanzadas. No podemos pensar en clave de corto plazo. De la misma forma que en ANCAP o en el MIEM generamos políticas para 30 años para adelante, hay que ir diseñando el Montevideo Capital del Uruguay del Siglo XXI.
180: Uno de los problemas que adjudica la gente a la Intendencia es un tema de gestión, que las obras se demoran... ¿Qué pensás cambiar en ese sentido?
DM: Mirás la estructura de la Intendencia y es una estructura antigua, compartimentada, para nada se asemeja a una estructura matricial, que es el modelo de gestión más moderno, que implica trabajar en base a proyectos, gente y diferentes áreas. También hay un montón de unidades que dice "¿y esto para qué está? ¿Por qué no está dentro de esto?" Va a haber que hacer una re-estructura, también hay que avanzar en la implementación de un sistema de planificación estratégica unido a un modelo de excelencia de gestión. Necesitamos una Intendencia notoriamente más dinámica, comprometida, que aproveche la capacidad de compromiso y creativa de sus funcionarios.
180: Hablás de un gobierno de equipos técnicos.
DM: No, de equipos. No da para calentarse pero ese debate entre lo técnico y lo político es un debate de salames, realmente, no puedo creer que haya gente que debata eso, no puedo creer y no quiero ser agresivo, pero no puede ser. Orientación política lo primero, pero si no tenés gestión no hacés nada. Dos anécdotas: una charla del Che Guevara cuando era ministro de Industria, que los relajó todos a su equipo por despreciar la gestión; y otra de Tabaré Vázquez cuando me pide que asuma en Ancap. Me dice: "Mirá, para cumplir el 20% del programa del Frente Amplio nos va a costar muchísimo, cambiar un país es difícil, cambiar una cultura es difícil y heredamos un país destrozado sin un norte durante mucho tiempo; ahora, lo central es cumplir el programa, la orientación política, pero si no gestionamos bien no solo no hacemos nada del programa sino que la gente nunca más nos vota. Por eso necesito gente como vos, yo sé que a vos te va a espectacularmente bien como ingeniero, estás haciendo tecnología en Uruguay, cosa bien rara, y en lo económico te va brillante, pero necesito gente como vos". Entendamos eso, no seamos tontos, no hay contradicción entre objetivo político y gestión, al revés, le hemos regalado el concepto de gestión a la derecha, no hay que ser tonto, el concepto de gestión es parte de la izquierda. Es cierto que hay gente que no lo ha entendido y que con el tiempo y los porrazos lo empieza a entender. No demos un debate donde no lo hay.
180: ¿Pero cómo se cambia esa lógica?
DM: Lo que se hizo en los entes del Estado, demostrando que las empresas públicas se podían gestionar bien, tener planificación estratégica, tener gestión por desempeño, tener objetivos, cumplir, tener indicadores de gestión, utilizar las herramientas para la excelencia y que eso dé resultado. Muchas empresas del Estado hoy empiezan a ser modelo de gestión, eso es lo que hay que hacer.
180: La gente todavía no tiene muy incorporado al tercer nivel de gobierno.
DM: En parte es lógico. Tuvo que salir un poco de pesado porque estuvo dos años y medio durmiendo en el Parlamento por, no quiero decir obstáculos, pero los que mucho hablaban de descentralización en la práctica no fueron muy coherentes y dormían la pelota. Después Tabaré Vázquez en un Consejo de Ministros levantó el programa y dijo "la descentralización está en el programa, tiene que ser un hecho, hay que sacar la ley". Brillante, totalmente de acuerdo con esa concepción de Tabaré. Eso hizo que haya mucha cosa para mejorar para que sea exitoso.
En poblaciones chicas del interior donde ha sido en general muy exitoso, permitió el objetivo: acercar la política al ciudadano. En Montevideo tiene problemas adicionales, no solo los de las indefiniciones de la propia ley, aunque Montevideo es la Intendencia que más destina recursos a los municipios (más del 12%). Aparte tenemos municipios que no tienen identidad propia. Me ha dicho gente de Santiago Vázquez: "¿qué tengo que ver yo con La Teja y el Cerro?" Hay barrios que tienen identidad propia. Hoy son monstruos de 150 o 200 mil habitantes, ahí no hay cercanía.
Creo que se debe poder votar cruzado, pero son temas que iremos viendo en la marcha. Nosotros vamos a dar gestores, gente que trabaje directamente en la promoción de emprendimientos productivos en cada alcaldía, promotores culturales, vamos a buscar darle a las alcaldías esa cercanía, esa solución de problemas más allá del arbolado. Aparte de las cosas que pueden solucionar, darle cercanía a la hora de la gestión de cuestiones que son tan importantes, que para mucha gente tener asesoramiento para montar un tallercito, para armar una movida cultural, gente que se dedique a esas cosas concretas que hacen a la calidad de vida del ciudadano en su territorio.
Video: Lucía Gutiérrez y Juan José Martí.