El presidente del SMU denunció en la justicia que recibió amenazas de muerte y dijo que hay una “campaña política” en su contra, a raíz de un comunicado que publicó el Sindicato Anestésico Quirúrgico (SAQ).
En entrevista con No Toquen Nada, Trostchansky dijo que, a pesar de las amenazas, él no es el “elemento fundamental” del ataque. El problema está en los Cargos de Alta Dedicación (CAD) que se pretenden implementar para la cirugía general.
“Se ataca a la herramienta que nosotros propusimos y llevamos adelante, son cargos que incrementan la dedicación preferencial de los profesionales con las instituciones, eso permite una mayor carga horaria, una mayor fidelidad entre las partes y con el usuario, porque uno se dedica preferencialmente a una institución. Los CAD cobraron cada vez más jerarquía, hay 700 cargos. Se iniciaron con las disciplinas básicas de la medicina y ahora se puso en la negociación colectiva la posibilidad de extenderlos a las especialidades anestésicas quirúrgicas y, particularmente, hacia donde hay mayores problemas, que es en la cirugía general”, explicó Trostchansky.
En base a datos salariales de los profesionales médicos que se registran en el MSP, el presidente del SMU dijo que con los CAD el 80% de los cirujanos pasaría a tener un mejor salario y un 20%, “quizás” podría ver tocado sus intereses porque cambiaría el formato de trabajo.
Ese 20% es el que acumula la mayor masa salarial porque ejerce “plenamente” la profesión.
“La mayoría de los cirujanos generales se beneficiarían desde el punto de vista profesional porque podrían ejercer plenamente y operar, porque hoy los que acumulan la masa salarial son los que ejercen la profesión. También se beneficiarían en su calidad de vida y la asistencia para los usuarios”, agregó.
Pero a pesar de estos beneficios, el SMU no logró convencer a ese 80% y esto se da porque el “block quirúrgico” funciona con otra lógica. “Es un lugar donde se impone la experiencia, la jerarquías, el hecho de que alguien te está enseñando de forma directa a aprender tu profesión. Por eso, por más que uno intente mostrar la información, se desvirtúa por parte del punto de vista jerárquico de quien uno considera su guía. Hay que tener posibilidad de saltear eso. Yo comprendo a mis colegas cirujanos que no pueden alzar la voz por esto, porque me los cruzo todos los días y me dicen que si hablan de más tienen consecuencias”, sostuvo.
Trostchansky dijo que las consecuencias negativas más directas que pueden sufrir estos profesionales son la postergación de su entrada en determinados concursos a nivel académico, que se traslada a una postergación laboral mutual. “Les impide operar, acceder a niveles salariales mayores, se pierde mucho tiempo en la carrera”, señaló.
El presidente del SMU dijo que la Sociedad de Cirugía del Uruguay, que integra la mesa ejecutiva de la SAQ, sabe la importancia que tienen los CAD y que sus autoridades actuales consideraron “necesarios” esos cargos, después de años de discusión. “Por eso hay que ver quién se hace cargo de ese comunicado y de las acusaciones. Nosotros reconocemos a la SAQ y que algunos profesionales se sientan representados por ellos, pero no avalamos la práctica que se hizo”, afirmó.
Además, aclaró que en sus declaraciones no incluía a “la enorme mayoría de sus colegas anestésicos quirúrgicos”, que comparten los valores del SMU.
“Gané credibilidad”
Cuando Trostchansky hizo público que fue amenazado, la SAQ también se manifestó y señaló que se enteró de la noticia por las redes sociales con “increíble asombro”. El título del comunicado era “Conseguir cargos de alta dedicación o poner una alta dedicación para conseguir un cargo”.
La denuncia contra el presidente del SMU refiere a la creación de un CAD para su especialidad (cirugía torácica) en ASSE y se dice que percibiría un salario de 300.000 pesos.
Trostchansky dijo que ya tiene dos cargos en ASSE y que en el mail se estaba discutiendo la presupuestación para casos como el suyo.
“Gané 20 concursos en mi vida. Yo gané credibilidad con esto, yo les estoy diciendo a los médicos que se tienen que presupuestar. Sin hacerlo pudieron hacer una huelga en su momento y abandonar los cargos en ASSE. Al no haber una relación de dependencia, pueden hacerlo. Ellos no querían la presupuestación para conservar esa arma bastante poderosa y yo les decía a los médicos que quería ir por esa presupuestación y también lo hacía. Ese cargo no se creó. Los CAD míos en ASSE eran de 95 pesos y la unificación nunca hubiese llegado a 300.000 pesos”, sostuvo.
El presidente del SMU dijo que no sabe si las amenazas están relacionadas con las diferencias actuales que tienen con el SAQ, pero sostuvo que la sucesión de hechos le parece llamativa.
“Desde el punto de vista personal estas cosas se afrontan dando la cara, poniendo mi situación al resto del comité ejecutivo del SMU para que diga lo que tenga que decir. Pero cuando complica al entorno es más jorobado. Cuando mis hijos tienen que ir con guardia policial a la escuela, ahí es más complicado, pero por suerte tengo una familia que me apoya”, sostuvo.
“Ya hay indicios, no se está en foja cero”
Las denuncias de Trostchansly son investigadas por el Crimen Organizado y por la justicia penal.
“No hago acusaciones, porque no entro en la misma campaña que algunos, pero sí marco las cosas que me llamaron la atención a mí y a la policía. Ya hay indicios de las cosas, no se está en foja cero, se está avanzando. Hay datos y testimonios”, sostuvo.
Las sospechas también involucran a personas que trabajan en la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE). “Un mail que está desde el 19 de febrero en una oficina, si hubiese llamado la atención, tendrían que haber hecho lo que la administración debe hacer en estos casos”, afirmó.
En el comunicado del SAQ, hay referencias a las amenazas personales recibidas por Trostchansky. “Seguramente, habrá quienes sugieran que dichas amenazas no son más que una estrategia para tratar de victimizarse ante el hecho de que este escandaloso email estaba tomando estado púbico. Por nuestra parte y si de verdad hubieron amenazas, vaya nuestra solidaridad con quién habría sido amenazado. Sin embargo ella no puede impedirnos exigir explicaciones respecto a la autenticidad de los contenidos del documento que circula públicamente”, señalan.
Trostchansky dijo que esto también generó sospechas en la justicia. “Es como si en un caso de violencia doméstica alguien diga que se solidariza con la mujer, pero que por algo le habrán pegado. Además, todos saben dónde está el SMU, yo soy cirujano, me ven todos los días en block, me cruzo con ellos. Yo doy la cara, lo correcto era pedir una explicación si les parecía que había una transgresión o una entrevista con el SMU y pedían que yo no estuviera. Acá hablamos de una condena previa y un análisis a partir de un mail que no da la cara”, afirmó.