Mansión en Punta del Este, autos de lujo, hoteles, la vida de los mexicanos procesados por lavado

Los mexicanos procesados por lavado de dinero presuntamente originado en el narcotráfico habían comprado un chalet en Punta del Este por dos millones de dólares, terrenos en Punta Ballena por 550.000 dólares y varios autos de alta gama. Sin embargo no se les conocía actividad laboral alguna.

Actualizado: 24 de abril de 2016 —  Por: Redacción 180

Mansión en Punta del Este, autos de lujo, hoteles, la vida de los mexicanos procesados por lavado

(Adhoc © Santiago Mazzarovich) (Todos los derechos reservados)

La fiscal María de los Ángeles Camiño pidió el procesamiento por lavado de activos de un ciudadano mexicano y su suegro. Además pidió el procesamiento de otras tres personas uruguayas por delito de asistencia al lavado de activos.

El ciudadano mexicano procesado y su esposa vivían en Punta del Este desde 2011, junto a sus tres hijos. El mexicano está requerido por Estados Unidos, país donde fue juzgado por narcotráfico. Su suegro, en tanto, también tiene antecedentes y fue procesado por el mismo delito en México.

Los ahora procesados fueron detenidos el 21 de abril cuando la Dirección General de Represión del Tráfico Ilícito de Drogas supo que pretendían fugarse del país.

Hacía meses que venían investigando a esta familia que había adquirido tres sociedades panameñas al estudio Mossack & Fonseca. En Punta del Este habían comprado un chalet por dos millones de dólares en 2012. También fue sospechosa la compra de autos de alta gama, uno de ellos valuado en 130.000 dólares según el dictamen fiscal.

Además se consigna la compra de tres solares en Punta Ballena por 550.000 dólares.

Los mexicanos compraban en nombre de las sociedades panameñas pero titulaban los bienes con personas que trabajaban para ellos. Los autos, por ejemplo, estaban a nombre de los jardineros.

Los hijos del matrimonio estudiaron primero en el colegio St. Claire de Punta del Este y este año se trasladaron a la Scuola Italiana de Montevideo. Los niños viajaban a diario entre Maldonado y Montevideo para estudiar hasta que el padre decidió mudarse a la capital del país para evitar esos traslados. La madre está en México hace “uno o dos meses”.

El mexicano, su suegro, los tres hijos y dos niñeras estaban viviendo en distintos hoteles de Montevideo hasta que fueron detenidos.