Puentes de madera, georradares y discotecas en “Ingeniería deMuestra”

Este sábado es el último día para visitar el evento "Ingeniería deMuestra", que dicha facultad organiza cada año. Se trata de una feria donde se presentan proyectos, investigaciones y emprendimientos estudiantiles. El evento está abierto de 17:00 a 22:00 y tiene entrada libre y gratuita.

Actualizado: 14 de octubre de 2016 —  Por: Felipe Miguel

Puentes de madera, georradares y discotecas en “Ingeniería deMuestra”

(Foto: Portal 180)

Para la edición de este año de “Ingeniería deMuestra” se presentaron más de 100 proyectos de estudiantes, docentes y egresados de la Facultad de Ingeniería (FING), los cuales se pueden recorrer de forma libre y gratuita en una carpa ubicada junto al anfiteatro José Luis Massera.

Abrió sus puertas al público el pasado jueves, luego de una ceremonia de apertura en la que participaron diversas autoridades de la educación. La decana de la facultad, María Simón, dijo que “una de las finalidades es mostrar para generar vocaciones”, ya que muchos de los visitantes de la muestra son liceales que buscan qué carrera estudiar.

El dato se podía comprobar recorriendo los stands, donde muchos adolescentes probaban los experimentos y juegos propuestos, mientras preguntaban sobre su funcionamiento.

Entre los proyectos estudiantiles hay una enorme variedad de propuestas, que van desde la robótica, la informática y los videojuegos a soluciones ambientales, mejoras en la producción agrícola o el estudio de fenómenos naturales.

En el Instituto de Estructuras y Transporte de la facultad, se presenta el proyecto de un puente de madera de pino que puede soportar cargas de hasta 36 toneladas. La iniciativa es promovida y financiada por el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y busca modelos alternativos al hormigón para solucionar el acceso a sitios temporalmente inaccesibles en la caminería rural.

Carlos Mazzey, uno de los responsables, dijo a 180 que se busca emplear tablas que no se usan de maderas de baja calidad como pino o eucaliptus y se encolan, formando una estructura resistente. Contó que estos puentes tienen una gran ventaja ambiental sobre los de hormigón ya que no emiten dióxido de carbono, aunque su costo es más elevado.

De todas formas, tienen la ventaja de la movilidad. El proyecto busca colocar las fundaciones en diversos lugares donde un camión o una pieza de maquinaria rural necesite pasar cada determinado tiempo y llevar el puente armado hasta allí. No busca ser una solución permanente sino algo fácil de hacer, con materiales accesibles para situaciones de emergencia.

En el mismo instituto se desarrolla otro proyecto que tiene que ver con la utilización del Ground Penetration Radar (GPR), un georradar que analizar el espesor de las capas del pavimento en las rutas del país a través del electromagnetismo.

Este proyecto trabaja de forma conjunta con el Ministerio de Transporte y Obras Públicas para la creación de una base de datos del estado del pavimento, a través de la extracción de “testigos” (trozos del pavimento) que revelan los diferentes estados del mismo.

También, emplean el Falling Weight Deflectometer (FWD), un enorme artefacto para determinar la resistencia del pavimento. Según explicaron en dicho stand, la máquina aplica un impacto al suelo y a partir de la deformación creada, que se detecta por medio de nueve sensores, se evalúa el estado de las diferentes capas que forman el pavimento.

Por otra parte, en el Instituto de Mecánica de los Fluidos e Ingeniería Ambiental (IMFIA) de la facultad los alumnos Pablo Gianoli y Guillermo Sugasti mostraron una mini discoteca armada en un salón, para concientizar sobre los ruidos a los que nos exponemos sin ser conscientes de ello.

En el pequeño salón -ambientado con luces de local bailable, botellas de bebidas alcohólicas y grandes parlantes- se muestra a los visitantes un video en el que se percibe el volumen de la música en las discotecas. Los alumnos contaron que en esos sitios el ruido oscila en un promedio de 90 y 100 decibeles, y que a más de 90 ya se pueden medir efectos el cuerpo, tales como aumento de las pulsaciones, estrés en el sistema auditivo (pitido) y la sensación de sed, lo que lleva a consumir bebidas alcohólicas.

Los estudiantes han realizado mediciones con un sonómetro en algunos bailes o pubs y vieron cómo se suele aumentar de forma progresiva el volumen de la música, por lo que la gente no percibe que está recibiendo sonidos mucho más estridentes que lo recomendado.

También se puede ver emprendimientos ya establecidos por exestudiantes. En la entrada de la feria se encuentra el stand de Dronfies. Sebastián Macías, egresado de la facultad y cofundador del emprendimiento, dijo a 180 que se trata de un sistema que funciona como intermediario entre el piloto de un dron y los usuarios que quieran tomarse una foto usando a dicho aparato.

La plataforma permite a cualquier persona la posibilidad de “alquilar” un dron desde su smartpone, y a los pilotos certificados de drones les brinda un canal para monetizar sus equipos.

Si bien el sistema aún está en fase de prototipo, los responsables de Dronfies están trabajando hacia la concreción de un formato en el cual los usuarios puedan llamar al dron desde su celular, utilizando una aplicación sencilla, y ver en la pantalla del teléfono lo que el aparto está enfocando, hasta tomar la foto deseada.

El emprendimiento es apoyado por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) e incubado en la Fundación Ricaldoni, que es parte de la Facultad de Ingeniería. Además, cuentan con el apoyo de docentes de la Universidad de Berkeley, Estados Unidos.

Otro proyecto de egresados que se puede apreciar en deMuestra es Wisorz, empresa que creó un cargador de celulares inalámbrico y que busca establecerlo en hoteles, restaurantes o salas de espera. La empresa, que también tuvo el apoyo de la Fundación Ricaldoni, ofrece varios tipos de cargadores, algunos enchufados a corriente que pueden colocarse sobre el escritorio, por ejemplo, u otros móviles que almacenan la carga.