“Cuesta pensar Cuba sin Fidel”

Una población “estremecida”. Así definió, desde La Habana, Oscar Andrade la situación de los cubanos tras la muerte de Fidel Castro.

Actualizado: 28 de noviembre de 2016 —  Por: Redacción 180

“Cuesta pensar Cuba sin Fidel”

Oscar Andrade (Adhoc ©Pablo Vignali)

Andrade, secretario general del Sunca, está en Cuba invitado por el sindicato cubano de la Construcción para asesorarlos en la organización de unas 70 cooperativas en medio de las reformas económicas de la isla. Antes, “solo había trabajadores de la construcción empleados públicos”, describió.

“Encontrás un pueblo estremecido”, dijo a No toquen nada a propósito de las primeras horas sin Fidel. “Se les arrancó un pedazo grande de su historia”, agregó.

Dijo sentir y ver “una tristeza enorme”. “A Cuba le tengo un amor enorme”, afirmó.

A pesar de que reconoció las contradicciones que puede albergar el régimen cubano, señaló a Fidel como “una parte gigantezca de la historia de Cuba y América Latina”.

“Si bien la muerte es un desenlace natural, la figura de Fidel Castro está atada a cosas enormes. La Revolución Cubana con todas sus contradicciones ha generado hechos increíbles, resistir 60 años a un bloqueo económico bestial”, afirmó

En medio de ese bloqueo, destacó la solidaridad que ha tenido Cuba con el mundo. “El ébola y los primeros que están son los cubanos, la desgracia en Haití y los primeros que están ahí son los cubanos, desastre en Chile... Y es un pueblo que tiene enormes dificultades”, afirmó.

Dijo que hay 5.000.000 de seres humanos alfabetizados por los cubanos y “dos o tres millones” que pueden ver gracias a las operaciones de ojos, entre ellos 60.000 uruguayos.

“Generó una lógica de solidaridad enorme. Mandela cuando sale de la carcel lo primero que refiere es que el apartheid es derrotado en Sudáfrica a partir de la experiencia de Cuba en Angola, Namibia y Sudáfrica”, recordó.

Para él, todo eso hubiera sido imposible sin Fidel, el líder fallecido este viernes.

“En condiciones terribles, sobre todo después del desplome de la experiencia del Socialismo Real, mantuvo niveles de dignidad, de solidaridad y de soberanía enormes”, agregó.

Andrade habló de las dificultades que tiene la revolución sobre todo para convencer a las nuevas generaciones de cubanos, en medio de las dificulades económicas que vive la isla.

“Yo conversaba con uno de los compañeros responsables de relaciones internacionales y él me día: 'yo soy neurocirujano, hijo de un guajiro, de un campesino, para mi el valor de la Revolución Cubana es indiscutible. No hubiera sido neurocirujano en otro país que no fuera Cuba. Ahora mi hija ya no es hija de un campesino, es un hija de un neurocirujano y tiene un nivel de vida menor que el que tendría la hija de un neurocirujano en cualquier otra parte'. La Revolución Cubana tiene que dar esa batalla en condiciones absolutamente desiguales”, contó.

El sindicalista pidió no comparar la realidad de Cuba con la de Noruega sino con su entorno. “Si uno la compara con la realidad de Honduras, de Haití, de Guatemala, de República Dominicana, de Nicaragua vas a encontrar en casi todos los planos, culturales, económicos, sociales cosas que son maravillosas”, dijo.

Andrade reservó a los cubanos la tarea de elegir su institucionalidad. “Ellos tienen su plano de institucionalidad que es el que ellos eligieron, el que refrendaron con voto secreto. Será su tarea encontrar la mejor forma para expresarse”, dijo.

Y finalizó: “la población cubana está estremecida. Cuesta pensar Cuba sin Fidel”.

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