La empresa Motociclo y algunos distribuidores de las marcas AOC, Samsung y LG fueron sancionados por prácticas anticompetitivas a raíz de una denuncia de la empresa Woow en 2014.
Woow presentó su reclamo en la Comisión de Defensa de la Competencia previo al Mundial de Brasil contra las empresas Samsung, Panasonic, Philips, Sony, Gama, LG y algunos mayoristas porque dejaron de venderle sus productos electrónicos.
A algunas no se les comprobó una práctica anticompetitiva y por eso no fueron sancionados.
En agosto de 2014 la comisión se declaró competente en el tema y amplió la denuncia de oficio porque encontró pruebas de la práctica de fijación de precios mínimos de reventa (venta al consumidor final) . También incluyó a Motociclo por detectó las presiones que realizó esta empresa para que Samsung deje de venderle a Woow.
También limitó la investigación solo al mercado de televisores porque se consideró que en esta área se verifican con mayor frecuencia las prácticas anticompetitivas.
La investigación duró más de dos años, se citó a las marcas y a algunos distribuidores. Los últimos descargos y alegatos se presentaron en setiembre de este año. Luego la comisión se expidió este 9 de diciembre.
Motociclo no logró demostrar que su actitud contra Woow no fue una represalia lo que hizo, a pesar de que lo negó.
Woow vendía televisores a menos de lo que había sido establecido por las marcas como precio mínimo. Esta es una tienda virtual minorista que vende a través de la web con una modalidad diferente a las tradicionales y que está en expansión.
Según datos de la Comisión de Defensa de la Competencia este es un canal de menor presencia que la tienda física, pero que empieza a ganar su porción de mercado. Woow compite con un precio a la baja para ganarse su espacio y que el consumidor se habitúe a usarlo.
Las empresas que fueron sancionadas son el 30% del mercado y su comportamiento tiene la capacidad de afectarlo perjudicando al consumidor, dice la comisión.
“El efecto de la fijación de precios mínimos de reventa es que los comercios minoristas se ven impedidos de competir bajando los precios de venta al público, lo que resulta en un incremento de los precios pagados por los consumidores, que no tendría lugar en ausencia de dicha práctica”, afirma. “Estas prácticas produjeron efectos restrictivos sobre la competencia al limitar la rivalidad por precios entre los comercios minoristas y el sobreprecio generado artificialmente causó perjuicio a los consumidores”, agrega.
“A veces se confunde, se habla de competencia desleal y se piensa que nosotros tenemos un rol de defensa del competidor para que otro no compita con él de manera desleal. A veces puede haber situaciones donde se da eso, pero en realidad nosotros miramos el abuso para proteger al consumidor, no al competidor. Nosotros partimos de la base de que la competencia es buena y cuánto más espacio de mercado se quieran ganar unos a otros es mejor, porque se van a esforar por dar mayor calidad, mejores precios, con reglas sanas. Nos han venidos a decir: ‘cómo puede ser que tal canal tenga tan barato esto’. Bueno, ojalá haya uno que lo venda más barato y desafíe a los demás, que se esfuerce por ganar espacios de mercado porque eso beneficia al consumidor”, dijo a 180 Javier Gomensoro, comisionado de Defensa de la Competencia.
En su resolución la comisión ordenó el cese de la conducta de fijación de precios mínimos de venta al público y sancionó a las empresas que promovieron esta práctica.
También se le ordenó a Motociclo que deje de ejercer presiones para impedir el acceso de competidores directos.
