El viernes 28 de abril la embajadora Keiderling publicó una columna en el diario El País explicando "cuán cerca sentimos la amenaza nuclear del régimen de Kim Jong-Un".
"La distancia entre Corea del Norte y Seúl es casi la misma que separa a Montevideo de La Floresta. Así de cerca. Un solo fósforo puede encender el tenso ambiente en la península de Corea", señala el texto.
Según la diplomática "las provocaciones de Kim Jong-Un se han vuelto demasiado frecuentes y peligrosas"
Keiderling invitó a los uruguayos a reflexionar sobre el tema. "Deseamos trabajar con Uruguay y con el resto de la comunidad internacional para hacer responsable al régimen de Kim Jong-Un por sus peligrosas e imprudentes acciones y por su abuso a los derechos humanos. (...) No buscamos un conflicto militar, sino resolver este tema a través de medios pacíficos y diplomáticos. Pero ya la hora de hablar, y hablar más, ha acabado", expresó.
"Ya van 20 años buscando soluciones a la amenaza norcoreana. Es tiempo de que la comunidad internacional muestre con acciones cómo va a abordar la amenaza que representan los programas bélicos de Corea del Norte", concluye.
El rechazo del PCU
En un comunicado publicado este miércoles, el Partido Comunista de Uruguay rechazó la "actitud de prepotencia imperial" de la embajadora por pedir sumarse a la "aventura gerreriste" de Donald Trump.
"Los dichos de Mrs. Keirdeling configuran una injerencia intolerable en los asuntos internos de nuestro país, propia más de una pro cónsul imperial que de una diplomática. Uruguay es soberano, no recibe órdenes de ninguna potencia ni de sus representantes. Rechazamos y repudiamos las afirmaciones de Mrs. Keiderling en todos sus términos"; dice el texto.
"Sabemos quién es usted, Mrs. Keiderling. Sabemos que financió y apoyó la desestabilización en Venezuela. Hizo lo mismo en Cuba, reclutando agentes para la CIA y conspirando contra la Revolución. De todo ello hay documentación y pruebas. También sabemos que trabajó nada menos que en la “Oficina de Asuntos Iraquíes” del Departamento de Estado. Entre otras cosillas", agrega.
El PCU recordó que "hace 200 años que no somos colonia y no queremos volver a serlo". La embajadora "debería pedirle disculpas al pueblo uruguayo por las acciones de su país en el pasado, por apoyar la dictadura, entrenar torturadores y asesinos y fomentar la criminal Doctrina de la Seguridad Nacional".
"Mrs. Keiderling, usted debería callarse la boca, pedir disculpas primero y luego callarse. La historia de su país, y la suya personal, la condenan, nosotros también", concluye.