Estudio uruguayo busca predecir y monitorear bacterias peligrosas

“Las bacterias evolucionan más rápido que los antibióticos” y eso es un problema mundial que desvela a la comunidad científica. Un estudio del Instituto Pasteur analizó las bacterias presentes en el saneamiento de Montevideo para detectar cuáles tienen potencial de enfermar a la población.

Actualizado: 26 de marzo de 2018 —  Por: Nicolás Kronfeld

Estudio uruguayo busca predecir y monitorear bacterias peligrosas

Gregorio Iraola (Todos los derechos reservados)

Gregorio Iraola, coordinador científico del proyecto, explicó que las bacterias que desarrollan resistencia a antibióticos es un problema que preocupa. “La resistencia a antibióticos es uno de los grandes problemas a nivel sanitario y a nivel mundial. Desgraciadamente, la velocidad a la que emergen nuevas bacterias resistentes es mucho mayor a la velocidad a la que nosotros somos capaces de desarrollar nuevos antibióticos para tratarlas”, dijo Iraola, que es investigador adjunto de la Unidad de Bioinformática del Instituto Pasteur.

Un informe de 2014 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre resistencia antimicrobiana dice que para 2050, las muertes atribuibles a la resistencia microbiana rondará las 392.000 en Sudamérica y más de 10 millones en todo el mundo.  

La resistencia a antibióticos es la capacidad de una bacteria de mutar y volverse insensible o inmune a un tratamiento. Si bien es una capacidad natural que las bacterias tienen para sobrevivir en su entorno, cuanto más se las ataca, más rápido lo consiguen. Por esta razón, ciertos fármacos que antes eran eficaces para tratar infecciones, dejan de serlo y complican los tratamientos de infecciones.

Para conocer el panorama local se inició una investigación en 2017, financiada por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), ejecutada en el Institut Pasteur y el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (Latu), en colaboración con técnicos de la División de Saneamiento y el Servicio de Evaluación de la Calidad y Control Ambiental de la Intendencia Municipal de Montevideo (IMM).

El saneamiento es “una buena muestra de nuestro ambiente porque recibe la mezcla de los desechos humanos y los domésticos, es el conjunto de los descartes del cuerpo humano y los materiales con los que entran en contacto las personas”, indicó Iraola. En los depósitos del saneamiento confluyen todos los materiales que van por las cañerías de la ciudad.

A propósito del estudio del ambiente para tratar la salud humana, Iraola manejó el concepto de “una sola salud”: la salud humana interpretada como una interacción con la salud de otros animales y el ambiente. “Más del 75% de las infecciones bacterianas en humanos se cree que han tenido origen en otros animales y el medio por el cual se transfieren es el ambiente. El agua es una de las formas”.

Para el estudio se tomaron muestras de agua en más de 20 puntos del saneamiento, playas y arroyos montevideanos y se aislaron más de 500 microorganismos.

En esas muestras se hallaron genes presentes en bacterias ambientales que tienen o pueden generar resistencia en antibióticos que tratan infecciones. No hay peligro inminente pero hay peligro latente.

Lo que debe seguir es determinar la resistencia de esos genes en muestras urbanas, porque el saneamiento es la muestra de los desechos humanos pero no es un ambiente con el que los ciudadanos interactúen. Tomar muestras en lugares por los que circulen humanos es una manera de comprobar si el peligro es verdaderamente latente.

Pasos a seguir

Con esa información se podrá saber quiénes son, dónde están, cómo se originan y cómo se mueven los genes resistentes, y así contestar la pregunta que Iraola repitió varias veces en la presentación del estudio: “¿Representan riesgo real para la salud?”.

Además de otros estudios, el grupo de investigación busca que se aprovechen estas metodologías y protocolos para aplicar el mismo tipo de estudio en cualquier ambiente, como hospitales o cadenas agroindustriales.

También piensan cotejar las recetas de antibióticos otorgadas por Asse con los genes resistentes encontrados, para ver si la presión por matar ciertas bacterias se corresponde con las que mejor desarrollan resistencia.

Al final de la presentación, Iraola explicó la utilidad que podrían tener estos estudios en la vida diaria: “En el futuro podemos tener un sistema barato y eficaz, conectado con los principales centros de salud de la ciudad, que genere alertas cuando haya desviaciones en los niveles de genes de resistencia a antibióticos o genes patógenos que circulan. Así podríamos predecir brotes”.