Un libro para una generación que no se conforma con lo que hizo

“Nuestra generación dorada” es un libro en el que se cuentan las historias de Luis Suárez, Edinson Cavani, Diego Godín, José María Giménez y Federico Valverde. El autor, Diego Muñoz, viajó a Europa para entrevistar a los futbolistas y presenciar partidos en los que fueron figuras. El prólogo fue escrito por el excapitán Diego Lugano.

Actualizado: 20 de mayo de 2018 —  Por: Redacción 180

Un libro para una generación que no se conforma con lo que hizo

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Las notas con los cinco futbolistas de la selección uruguaya que clasificó a Rusia fueron hechas en Madrid, Barcelona, París y La Coruña. El libro además incluye una entrevista con el maestro Tabárez en el Complejo y un capítulo del movimiento Más unidos que nunca.

Diego Muñoz presentó el libro en No toquen nada. El autor contó que “la idea fue contar las historias de los jugadores pero también las vivencias de haber ido a verlos a los estadios y de haberlos entrevistado. En el Wanda Atlético-Real, en el Parque de los Príncipes PSG-Celtic, en el Camp Nou Barcelona-Espanyol, en los lugares de entrenamientos”.

La entrevista con Godín fue en la Ciudad Deportiva del Atlético. El libro cuenta el encuentro, el cruce del autor con el asistente técnico Germán “Mono” Burgos, el entrenamiento a dos días del primer derby en el Wanda Metropolitano.  

La parte medular del capítulo de Godín es el momento en el que tomó la cinta de capitán. Godín estuvo en la primera citación de Tabárez para la gira por Estados Unidos y Europa en 2006. En ese entonces jugaba en Cerro y poco tiempo antes Gerardo Pelusso le había dado la cinta de capitán. Lo hizo luego de que Godín no quisiera faltar al partido posterior a la muerte de su abuela. Fue a Rosario, se despidió de ella y volvió para jugar.

Once años después de ese momento, justo antes de Inglaterra-Uruguay, Godín fue el elegido para ser el capitán en lugar de Lugano.

En el libro recuerda aquellos días.

Al otro día, cuando llegó la selección al estadio, Godín y Tabárez hablaron a solas.

Cinco días después, con la cinta de capitán, anotó el gol que valió la clasificación a octavos.

Lugano fue quien le entregó la cinta antes del partido con Inglaterra.

Godín sueña con levantar la copa del mundo. Y lo dice en el libro. No anda con vueltas. Dice que los primeros que tienen que confiar son los jugadores y que desde el Mundial de Sudáfrica se dieron cuenta que podían.

Luis Suárez

El capítulo de Suárez cuenta el derrotero del jugador desde aquel mordisco a Chiellini. Recuerda cuándo y cómo se fue del Mundial de Brasil, dice que le falló a Walter Ferreyra, el masajista que lo ayudó para llegar al Mundial, y explica cómo le contó a su hija que su papá se podía equivocar.

Pero sobre todo se centra en ese espíritu competitivo.

La autoexigencia lo define dentro del campo, tanto que puede llegar a distanciarse de su amigo Godín. Una relación que se recuperó por un mensaje de Suárez al capitán de la selección meses después de un incidente en el partido Atlético de Madrid-Barcelona.

Lugano cuenta dos momentos que marcan el espíritu competitivo de Suárez.

La nota de Suárez fue en la Ciudad Deportiva Joan Gamper, donde entrena el Barcelona, en una de las salas de prensa reservadas para las entrevistas exclusivas. El jugador llegó en un carrito que lo trasladó desde el vestuario hasta el lugar de la entrevista.

Algunos días después jugó e hizo un gol decisivo en la victoria del Barcelona ante el Espanyol por la Copa del Rey, torneo que terminaría ganando el Barça.

Suárez siente que este es su Mundial. Está mentalizado para eso. Quiere cambiar lo que alguna vez escuchó mientras miraba la final del Mundial 2006.

Edinson Cavani

La historia de Cavani es de sacrificio, de un jugador que debió ganarse su lugar en la selección en un puesto que no es el suyo. Pero a él no le importaba. Estaba donde quería estar.

Lugano recuerda una charla en la Copa América en la que Cavani se lo manifestó.

Cavani vive en las afueras de París y sale muy poco. Uno de los pocos sitios a los que va es al restaurante Volver, de un argentino. Ahí fue la nota.

La noche anterior le había marcado dos goles al Celtic en el Parque de los Príncipes. Muñoz vio el partido y confirmó la idolatría que los hinchas del PSG tienen con Cavani.

La gente lo quiere y lo respeta e incluso hay un alto porcentaje que le dio su apoyo cuando tuvo el cruce con Neymar.

“Yo tenía que ser el mejor, y si no lo era al menos tenía que haberme esforzado para serlo”. Esa frase define al jugador uruguayo.

El libro habla de su mayor vergüenza deportiva (el 6-1 contra el Barcelona) y su mayor frustración (no haber estado en el repechaje para el Mundial de Sudáfrica).

Fue a fines de 2009 cuando la selección clasificó al Mundial de Sudáfrica en el repechaje ante Costa Rica y Cavani no fue parte del plantel.

El jugador estaba en el Palermo y desde ahí siguió el partido y se juramentó en volver a la selección.

En esa anécdota también se refleja buena parte de la carrera de Cavani. Como tuvo que jugar muchas veces fuera de puesto. Él lo acepta y lo incorpora como algo positivo.

Cavani, al igual que Godín y Suárez, sueñan con la Copa del Mundo.

Valverde y Giménez

En los capítulos dedicados a Valverde y Giménez el autor hace mayor énfasis en las historias de vida. Quiénes son, de dónde vienen. Rescatar su pasado, sus desafíos, sus sueños. Por ser los de menor recorrido se fue más a esa historia que hay detrás. Así, Josema dice que nada le cambió tanto la vida como una situación que vivió con su hermana.

La conversación, en el momento en el que toca el tema de su hermana, cambió completamente. Cómo se puso, cómo le cambió el lenguaje corporal.

Al final dijo que nunca había hablado de eso y que nunca pensó que algún día lo fuera a hacer.

“En mi vida pasaron muchas cosas, muchas situaciones que me marcaron, pero sin duda la que más me marcó fue el día que me enteré de que mi hermana estaba embarazada. Porque ella tenía 14 años, era algo jodido, y yo sinceramente ganaba un sueldo corto en Danubio, todavía no tenía contrato ahí, me pagaba mi representante, me daba plata para ayudar a mi familia. Fue un día único, inolvidable. Recuerdo ese día desde que me levanto hasta que me acosté a dormir”.Josema era un rebelde. Él dice que era rebelde way y cuenta momentos en los que se quiso ir de Danubio. Anécdotas con Machaín, Abuelo Martínez y Juan Carlos Carrasco.

Pero todos lo querían cerca. Muñoz estuvo en Toledo, Canelones, su ciudad natal y preguntó por él, fue a la casa en la que vivía con su familia.

Valverde también tiene una historia de sacrificio detrás.

Federico siempre supo que el día que pudiera le devolvería a su familia lo que ellos le dieron. “No hay palabras para explicar lo que lucharon. Mi madre fue gran parte de eso. Ella salía a juntar cartones, y estoy orgulloso de decirlo, para que yo pudiera ir a practicar en ómnibus y que tuviera mis calzados para entrenar bien”.

La forma en la que llegó a probarse a Peñarol, la venta al Real Madrid durante el Sudamericano sub 17 en Paraguay, el viaje en avión desde España para debutar con la mayor, su gol contra Paraguay.

La historia deportiva de Valverde está marcada por Forlán. “Cuando llegó a Peñarol me cambió la vida”, cuenta en el libro.

Forlán como referente de un profesional, que se cuida, que asume su carrera con seriedad. Dice Valverde en “Nuestra generación dorada” que si Forlán era el primero en llegar y el último en irse cómo no iba a quedarse él a entrenar para ser mejor.

Forlán también habla en el libro acerca de Valverde y da detalles de las charlas en las que aportó su grano de arena para que Federico pudiese ser un mejor deportista.

A Valverde lo puso en Primera Bengoechea y en el capítulo Federico cuenta que lo llevó muy bien el técnico.