“La búsqueda de marcadores es un gran desafío para la investigación científica en cáncer. Necesitamos marcas para identificar el mejor tratamiento para cada persona. Esas marcas hay que descubrirlas, asociarlas con un tipo de cáncer y con eso predecir cómo será la evolución del tratamiento y cuánto tiempo el paciente podrá estar libre de cáncer”, dijo Fischer.
Su hipótesis sostiene que existe una serie de enzimas que están desreguladas en determinados tipos de cáncer. Entonces, su trabajo prueba con modelos de líneas celulares de un tipo de cáncer y evalúa qué pasa con esas células al aplicar un tratamiento de quimioterapia. También observa qué pasa con las células resistentes a ese tratamiento y revisa si ciertas diferencias indican resultados distintos.
“En un futuro podríamos poner o sacar esas proteínas para mejorar la efectividad de los tratamientos. Encontrar los marcadores tiene una gran aplicabilidad en la clínica. Si se confirma que un marcador permite predecir el efecto de un tratamiento, vamos a saber de antemano si va a funcionar o si tenemos que evitar todos los efectos secundarios y costos asociados al tratamiento, que no van a ayudar al paciente”, explicó Fischer.
Las opciones en Uruguay
Los tratamientos más extendidos contra el cáncer en nuestro país son la radioterapia, quimioterapia y las cirugías en las que se busca extirpar el tumor. “Si miramos 10 años para atrás y observamos lo que pasa hoy, vemos una gran evolución de los tratamientos y en este cambio entra también la medicina de personalización. Hoy se tratan diferentes pacientes con distintas drogas, aunque tengan el mismo tipo de cáncer. Cada día sabemos más sobre los tipos de cáncer para poder tratarlos de la mejor manera”, destacó Fischer.
Entre las opciones de medicina personalizada o de precisión, la inmunoterapia es lo más innovador a nivel global, con gran presencia en investigaciones recientes y ensayos clínicos.
“La inmunoterapia es una estrategia que busca activar tu sistema de defensas para que él mismo te pueda defender contra las células tumorales que están dentro de tu organismo. Muchas veces nuestras células de defensa viajan por el torrente sanguíneo, llegan al tumor y se bloquean frente a ellas. Esta solución busca estrategias para que tus defensas lleguen y superen el bloqueo, actúen y generen su efecto”, detalló Fischer.
La inmunoterapia abarca diferentes técnicas. Algunas apuntan a extraer células de defensa, multiplicarlas fuera del cuerpo del paciente y volverlas a inyectar, otras que trabajan sobre la unión de la célula defensiva con la célula tumoral para que al encontrarse entren en acción. Otras estrategias buscan una vacuna para activar el sistema inmune.
Además de sus ventajas en el tratamiento, “la inmunoterapia no implica los efectos secundarios que tienen los tratamientos como la quimioterapia y la radioterapia. Es tu propio organismo defendiéndote”, concluyó.
