Denise Mota

Primer debate electoral en Brasil: “gloria a Jesús” y “cambio total”

Lo que se vio este jueves durante las tres horas del primer debate electoral televisivo entre presidenciables en Brasil es un resumen ilustrado del país: paradojas vendidas como eslogan, confusiones de conceptos y discursos vacíos.

Actualizado: 10 de agosto de 2018 —  Por: Denise Mota

El gran ausente fue Luiz Inácio Lula da Silva, candidato del PT que lidera las encuestas pero fue impedido de participar a distancia (desde la cárcel) por decisión judicial.

Además de Jair Bolsonaro, candidato de extrema derecha que es el favorito en los sondeos cuando Lula no está incluido en ellos, participaron otros siete candidatos: Marina Silva (ex ministra de Medio Ambiente del gobierno Lula), Ciro Gomes (exministro de Economía de Itamar Franco, exministro de Integración Nacional de Lula y exgobernador de Ceará), el exgobernador de San Pablo Geraldo Alckmin, Guilherme Boulos (activista y ascendiente nombre de la izquierda, candidato por el Partido Socialismo y Libertad, de Marielle Franco), Henrique Meirelles (quien fue presidente del Banco Central en el gobierno Lula y ministro de Economía del actual gobierno Temer), Alvaro Diaz (senador y exgobernador de Paraná) y Cabo Daciolo, diputado federal y bombero militar que fue la estrella de la noche.

La red Bandeirantes de comunicación (compuesta de televisión, radio, internet y prensa escrita), como ya es tradicional en el calendario de encuentros entre presidenciables en Brasil, dio inicio al ciclo de nueve debates que los candidatos tendrán hasta la primera vuelta de las elecciones, el 7 de octubre.

Como respuesta a la ausencia de Lula, el PT promovió simultaneamente un debate transmitido por internet con la participación de Fernando Haddad (ex alcalde de San Pablo que compone su fórmula como vice) y Manuela D´Ávila (quien será la vice de Haddad si Lula no es liberado para competir, por la justicia electoral, hasta el 17 de setiembre). Allí, presentaron el programa de gobierno del partido y las realizaciones de Lula cuando presidente.

Currículos y amenidades

En este primer encuentro en Bandeirantes, quedó evidente la estrategia general de llover sobre mojado, no confrontar demasiado a los rivales directos y propagandear las bondades que supuestamente cada uno trae en su currículo.

Así como en la imborrable votación del impeachment de Dilma Rousseff , en donde las palabras “Dios” y “patria” adornaron fraseologías con poca cáscara y menos substancia, también ayer “la gloria del señor Jesús Cristo” convivió en varios discursos que abogaron por la necesidad de “cambios profundos” en el país. El conservadurismo fue presentado como la gran novedad para transformar a Brasil.

Bolsonaro, una metralladora de frases de efecto y de quien se esperaba una participación más explosiva, estuvo bastante discreto: se limitó a repetir el mismo speech de “terminar con la ideología de género”, etc. Sólo perdió la paciencia cuando fue indagado por una “empleada fantasma” a quien, según el diario Folha de S.Paulo, paga con recursos públicos en Río de Janeiro, aspecto poco aclarado de su contabilidad que fue mencionado por Guilherme Boulos, que fue tildado de “descalificado” por el excapitán del Ejército.

Los otros mejor posicionados en las encuestas, Marina, Ciro y Alckmin, pasaron el bastón entre si de forma amena, con escuetos golpes quirúrgicos, como en un teatro de preguntas y respuestas bien ensayado. Aunque todos rivalicen con Lula en términos reales (por lo menos hasta que el expresidente esté oficialmente afuera de la disputa) su ausencia y prisión no estuvieron en el tapete. Para efecto práctico, en la estrategia de estos candidatos, Lula ya no es parte del juego.

"50 sombras de Temer"

En un debate demasiado largo y soporífero, las excepciones a la modorra fueron Guilherme Boulos y Cabo Daciolo. Daciolo ni siquiera aparece en las encuentas de intención de voto, y Boulos registra 1% en los sondeos. Pero salvaron la noche.

Para defender que era lo único realmente nuevo en el escenario, Boulos dijo estar rodeado de "50 sombras de Temer" y que todos los brasileños sabían lo que los candidatos "hicieron el verano pasado": "Todos votando con Temer, participando del golpe".

Daciolo, por su parte, garantizó que Brasil llegará a ser "primera economía mundial" bajo su comando, y que Estados Unidos y China tendrán que pelearla si quieren estar en la segunda y tercera posiciones, "para gloria del señor Jesús". Las intervenciones delirantes le garantizaron pasar de desconocido absoluto de la mayoría de la población a trending topic en el Twitter y tema más buscado en Google Brasil en distintos momentos del encuentro.



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