Con referencias permanentes a la necesidad de la unidad y de la militancia, en medio de una región “complicada” y un “mundo cambiante”, el Frente Amplio celebró el 48o. aniversario de su fundación, en 1971.
Los precandidatos Carolina Cosse, Mario Bergara, Daniel Martínez y Oscar Andrade -en ese orden hablaron- fueron la oratoria central de un acto que fue abierto por el discurso del presidente de la coalición de izquierda, Javier Miranda.
Este habló de una “región complicada” por “populismos bancados por religiones” y “bancadas del buey”, en referencia al triunfo de Jair Bolsonaro en Brasil. También se refirió a la “restauración del neoliberalismo” en Argentina como un proceso que “aumenta las desigualdades”.
Y dijo que en Uruguay “empiezan a aparecer los que niegan la política”.
Frente a eso, destacó que el Frente Amplio es el único que en Uruguay presenta un programa único. En la opisición, señaló, “lo único que los une es la voluntad de frenar los cambios que venimos haciendo”.
El desafío en este año electoral para Miranda es dar “el salto de calidad después de la acumulación” que según él se dio en los tres gobiernos consecutivos del Frente Amplio.
“Somos el futuro, seguimos siendo la esperanza, los sueños realizados y los que van a venir”, afirmó.
Tanto él como los precandidatos hablaron de la responsabilidad que debe asumir la militancia. “La única manera es ir a más, no quedarse en el camino, seguir avanzando. Esa es nuestra responsabilidad como izquierda”, dijo.
Carolina Cosse fue la primera precandidata en hablar. Y comenzó felicitando al intendente por el Parque Rodó. Daniel Martínez es uno de sus rivales en la interna. Así comenzó una serie de saludos y menciones elogiosas que se prodigaron los oradores.
La exministra de Industria habló de los fundadores del Frente Amplio y destacó el carácter “innovador” que tuvo aquella creación política que unió a todos los partidos de izquieda en Uruguay. Dijo que los unió “la esencia del humanismo, el amor, esa es la fuerza que transforma”.
Afirmó que hoy “estamos en otra situación, en un país que ya no es un país estancado, Ya no corre el riesgo de ser la colonia de nadie. Un país respetado y observado”. Y ese cambio se dio “a la uruguaya, sin copiar”.
Si bien advirtió que “la velocidad de los cambios nos pueden generar confusión, sensación de caos” en el mundo, “podemos tomar esta situación difícil y convertirla en un momento memorable de nuestra historia”.
“No lo vamos a hacer aplicando recetas viejas a problemas nuevos. Sabemos innovar”, afirmó. “Lo que nos une no es el miedo. Es la fuerza transformadora del humanismo, es un fuerte amor por el prójimo”, agregó.
A su turno, Mario Bergara destacó varias veces a Líber Seregni y su enseñanza de “mirar la realidad de frente”.
Habló de que el mundo vive “un torbellino tecnológico que todo lo robotiza y lo automatiza”. Asumiendo que hay que “combatir la visión de que hay que recortar salarios y derechos” laborales, se refirió a “vientos huracanados de la derecha internacional y de la derecha regional”.
Se refirió a los problemas de inseguridad y dijo que hay que “combatir firmemente la delincuencia” pero también trabajar “en la rehabilitación, en las políticas de privación de libertad”.
“Por supuesto que todos queremos vivir sin miedo pero no les da un poco de miedo vivir en una sociedad militarizada”, dijo en referencia a la propuesta de reforma constitucional de Jorge Larrañaga.
El intendente de Montevideo, Daniel Martínez, destacó los estudios internacionales que ponen a Uruguay como líder en democracia en la región, además de la baja de la pobreza y la indigencia. Dijo que ambas cosas no se daban cuando gobernaban los partidos tradicionales.
“A quienes apuestan a demonizar todo, a la cultura del odio, tenemos que decirle con el corazón seregnista que estamos para construir un país entre todos. Nunca vamos a apostar al odio. Somos una fuerza de paz”, señaló.
Dijo que en estos años de gobierno de la izquierda se “ha construido una plataforma de certezas” pero advirtió que se debe ser autocrítico. “En esta época de la tecnología, de la robótica, de la automatización, o avanzamos o retrocedemos”, afirmó.
Fue el único que planteó una meta concreta. Dijo que se debe lograr que “el 100% de los que empiezan secundaria la termine”, apostando a “uruguayos emprendedores”.
El exsecretario general del Sunca, Oscar Andrade, fue quien brindó el discurso más combativo y reivindicó “la amplitud” para discutir con todos pero “defendiendo convicciones”.
En varios momentos apeló al humor con eslóganes como “vuelva a adelgazar sin gimnasio, vote a la derecha”. Apeló a la unidad y dijo que los distintos sectores del Frente Amplio “no pensamos lo mismo pero nos necesitamos a muerte”.
“Discutamos como compañeros. La interna no es para patearnos los tobillos es para fortalecernos en la lucha general”, afirmó.
Andrade habló de la fábula de los ratoncitos que cansados de que el gato los molestara se reunieron y escucharon la propuesta de uno de ellos para ponerle un cascabel en la cola del felino para escucharlo cada vez que se acercara.
“Tenemos que atarle el cascabel al gato. Salir a convencer de que vale la pena luchar”, dijo. Y terminó invitando a la “unidad para vencer” porque “en las urnas vamos a ser más”.