En el reclamo civil de restitución de las sumas abonadas por el aval de la subasta de los aviones de Pluna, realizada por el empresario Juan Carlos López Mena, también se pidió una indemnización al Banco República (Brou) por daños y perjuicios causados.
López Mena consideró que se afectó su imagen comercial porque cuando dejó de pagar las cuotas del aval, el Brou le comunicó al Banco Central su recategorización como deudor categoría tres y eso fue publicado en la página web del BCU, sabiendo que la decisión tendría trascendencia pública. Además, la noticia se trasladó a los diferentes medios de prensa y eso generó graves perjuicios a su imagen “personal y comercial”
López Mena consideró que el monto del daño moral causado fue de 1.000.000 de dólares y el juez amparó parcialmente esa indemnización. Dijo que el daño moral está “íntimamente vinculado a la violación de derechos de la personalidad: atentados a la integridad física, al honor, a la intimidad, a la libertad, difamación, dolor por la muerte de un ser querido, el dolor físico y la angustia mental, la pérdida de la expectativa de vida, etc”.
El juez consideró que el empresario acreditó la existencia del daño reclamado, ya que el BROU “no debió de recategorizar como deudor al actor y ponerlo en la categoría de capacidad de pago comprometida”. Esto significó para López Mena que los medios de prensa informaran que el empresario “podría llegar a la cesación de pagos” y eso le “determinó un aumento en la tasa de interés por parte de los bancos por deudas contraídas por Los Cipreses (Buquebus), motivó preocupación en acreedores y empleados de la empresa que consultaban por la viabilidad de la empresa, la imagen de López Mena en lo personal y en lo comercial se vio afectada, ello le provocó angustia y preocupación y afectó su reputación”.
Sin embargo, consideró que el monto era “sumamente excesivo” y lo estimó en 15.000 dólares por agresión al honor o buen nombre.
